domingo, 24 de octubre de 2010

EL TUENTI ES LO MÁS PARECIDO A LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Aprovechando el estreno de la película Red Social, me preparo a filosofar sobre la red patria, Tuenti, el término por cierto más buscado de Google España.

Si antes de la llegada de Internet ensayábamos nuestras cualidades latentes de estadistas con el Risk, divertido juego de mesa en el que el objetivo es la conquista del mundo, con la caja tonta 2.0 tenemos esta herramienta, Tuenti, que bien podría pasar también por simulador de diplomacia.

Si yo, RGG, me considero España, por ejemplo, he de saber que mis 200 amigos, en realidad, no lo son tanto. De hecho, en el último año habré hablado largo y tendido con 10 de ellos, como si se tratara de una preferencia política. El resto de los ''amigos agregados'' guardan una relación conmigo, en efecto, como la que pueden tener Italia y Mozambique, Indonesia y Guatemala, Bielorrusia y Burkina Faso.

Si un día me da por bloquear a un buen amigo es porque sólo se pueden tener fricciones con buenos amigos, con aquellos con los que has conservado buenos lazos a lo largo de la Historia. Ejemplo: Colombia y Venezuela. Bloquear hoy día a un contacto en Tuenti es lo más parecido a las amenazas de Chávez de retirar al embajador de Bogotá.

Si no invitas a alguien a un evento, pero sí a otros, aquel alguien puede sentirse ofendido y en cierto modo necesitado de una silla, como le pasó a Zapatero con su asiento de invitado en el G-20.

En fin, el Tuenti como metáfora del Poder mundial.

sábado, 23 de octubre de 2010

CAMINANTE: SE HACE CAMINO AL VOLAR

Hay algo que me pone muy nervioso de los aviones. La gente tiene muchísima prisa por embarcar, por coger un buen sitio, y al llegar al lugar de destino todos quieren salir pitando y dejar su asiento. Entre que un avión apaga sus motores y las rampas de acceso se desplegan pueden transcurrir de cinco a diez minutos, pero a los pasajeros, en Europa, la India o Marruecos, les da igual quedarse de pie durante ese tiempo.

Yo sin embargo disfruto de lo lindo dentro de un avión. Especialmente si el vuelo es transatlántico. Hay varias razones. Empezaré por la causa obvia de que no se viaja en avión todos los días, ni todos los meses. Que cruzar el charco es casi un privilegio.

Este tipo de vuelos lo tiene todo preparado para calmar la paciencia de los viajeros. Películas, dos ligeras pero apetecibles comidas en total y, dependiendo de la compañía, paseo continuo de bandejas con vasos de zumo. Durante una parte sustancial del viaje, además, se cierran por orden del comandante todas las ventanas, para que prime el derecho de la mayoría a un sueño que, con la ayuda de la oscuridad, le libere del aburrimiento y la ansiedad.

A esto se añade el morbo de tener 10 kilómetros abajo todo un océano, que a su vez es kilométricamente profundo, con miles de especies por descubrir. Pero para especies, las que comparten habitáculo durante casi medio día. Empiezas a descubrir el país que vas a visitar cuando te montas en el avión que te lleva a ese destino. Por ejemplo, el año pasado, antes de salir de Madrid a La Habana, con el barullo de tantas familias cubanas, ya casi me sentía en un lugar dictatorial sin seguridad jurídica cuando el aeroplano había procedido al taxi en Barajas.

He hablado de Madrid y de La Habana. Pues bien, aparte de la historia, está la Historia con mayúsculas: si el océano no tiene nubes, cosa rara, uno puede observar las aguas en calma, o turbulentas pero tan lejanas que parezcan en calma. Si tampoco hay petroleros o modernos cargueros que distraigan el vuelo de la imaginación, uno puede colocar, como por arte de magia, las Tres Calaveras, y preguntarse de repente: ¿cómo pudieron llegar? ¿Ocho horas yo aquí metido, con toda la paciencia del mundo, y ellos casi medio año? La Historia sigue: tiene su toque romántico el hecho de despegar de España, una tierra antaño de reyes, exploradores, descubridores y mentores, hogaño con Gobierno socialista, y aterrizar en un país -pongamos Cuba- con estructura directamente socialista, 500 años después de haber sido descubierto al mundo civilizado, como también sus hijos fueron descubiertos con cara de póker ante la llegada de gentes con una cultura avanzada y ninguna sincronización.

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL ICONO POLÍTICO

La sociedad humana ha ido evolucionando fabulosamente a lo largo de los siglos desde la Antigüedad. Tanto que aunque las personas sigamos cometiendo errores -como el mío redundante al hablar de ''sociedad humana'' al comienzo de este párrafo-, unos errores heredados desde los tiempos en que nos guarecíamos del frío en Altamira o Atapuerca, hemos adquirido sutiles mecanismos para el perdón y la rectificación.

La sofisticación humana ha sido tal que ya no hace falta, casi, dar voces ni picar unas instrucciones sobre una piedra. Ni siquiera rellenar un papel, puesto que Internet, soporte del que me sirvo ahora, ha agilizado tremendamente las gestiones burocráticas. En el ambiente micropolítico, o si lo prefieren hablando en plata, en casa, estas mejoras también se notan. Hoy las lavadoras no traen demasiados caracteres, sino más bien iconos, que en seguida relacionamos con la función que queremos programar.

Diera la impresión de que en la política española todo fuera, sin embargo, involución. Cada vez hay peores políticos, peor formados y peor oradores. Más sañudos, eso sí, y más tramposos. Aún así, resulta gracioso, al menos para mí, notar que los políticos se erigen hoy día en verdaderos iconos. Miren atentamente a la mujer de arriba y no me digan que no es un auténtico icono, de esos que, en forma de palmera, sugieren una playa; o en forma de maniquí con falda, un lavabo de señoras...

¿Qué es exactamente un icono político? Es aquello que representa el momento que vive un país. España, actualmente, y al margen de las dificultades económicas (que son siempre relativas para un pueblo acostumbrado a pedir y a la subvención), sufre una gravísima crisis social y moral, empeorada por las consecuencias de un nacionalismo inclemente que divide y por el pasotismo del personal, derivado sin duda de las distracciones en favor del buen clima, la excelente comida y, según algunos autores destacados, la propia geología de la península, que nos ha incomunicado con los avances del resto del continente durante siglos.

La entrada de Leire Pajín en el Gobierno de España la convierte en un doble icono político. Por un lado, simboliza a la perfección la enfermedad social que padece nuestro país, y por el otro refleja la insistencia de un presidente del Gobierno en mantener al menos a un inválido en la bancada azul del Congreso.

La crispación y el mal genio, embarazos muy característicos de la sociedad española para el progreso, derivan directamente de la provocación política. Y que Leire Pajín sea de un día para otro, contra todas las encuestas, ministrable, es una provocación. La alta crispación en España durará lo que dure Zapatero.

lunes, 18 de octubre de 2010

AHORA O NUNCA

Casi no queda ningún medio de comunicación crítico con el Gobierno que no alerte de una rebelión contra Zapatero en caso de hundimiento electoral en las catalanas y municipales de 2011. Una rebelión de los barones y pesos fuertes de su partido.

El sistema autonómico es la mejor manera de garantizar que los favores sean devueltos, y mientras han sido los jefes de Gobierno regionales los que con sus políticas han alimentado durante años el voto al PSOE, es ahora Zapatero el encargado de frenar una previsible debacle en todo el territorio nacional.

Pero esa debacle ya no depende de crisis internas ni de los favores en sí, ni de esfuerzos exclusivos del partido. Es el pueblo español el que puede decir no a Zapatero y en consecuencia luego serán los barones los que le digan no. Quién sabe, ya sé que es raro en nuestro país, que sólo pasa en Inglaterra o Japón, pero podría darse el caso de que unos señores diputados socialistas sorprendan en una sesión de control al Gobierno al presidente apoyando una moción de censura del PP.

Dos citas electorales en menos de un año. Es ahora o nunca. España, despierta.

domingo, 17 de octubre de 2010

ADIÓS, CELESTINO

Un ministro que ha tragado mucho

Como dije hace justo un mes, el Gobierno se prepara para la salida de Celestino Corbacho. Tampoco hacía falta ser un Rappel, pero vamos. La pregunta ahora es quién le sustituirá, y podemos preguntárnoslo durante el tiempo que dure el factor sorpresa. Hasta el miércoles.

En mi opinión, hay pocos candidatos, porque el PSOE actual no ofrece muchos solucionadores, y los primeros, de haberlos, deberían apuntar para empezar al primer sillón azul del ala izquierda del Congreso. Uno de ellos es Antonio Hernando, portavoz municipal del partido en las Cortes y por edad buen candidato a dar un aire de renovación a este Gobierno en punto muerto. Otra posibilidad, nada despreciable tratándose de Zapatero como jefe, es que acabe triunfando una mujer, y una de las posibles es Elena Valenciano, que aunque bastante maleducada durante las sesiones de control al Gobierno (da la espalda a los diputados para hablar con otros en medio de una alocución), ha sabido librar la batalla al Partido Popular y se ha defendido bien con argumentos a la hora de salir en televisión.

El miércoles conoceremos al que puede que sea el último ministro de Trabajo de Zapatero hasta las elecciones de 2012.

RESPONDER A UN DESCONOCIDO

Me fui de España pensando, entre otras cosas, que dejaría atrás el desdeñoso comportamiento de la gente que, por la calle, sin conocerte, te interpela, se burla o directamente te toca. Sin llegar a los dos últimos casos, que aún no he visto o no he querido ver, ayer un alemán me faltó, en mi opinión, al respeto, al dirigirme la palabra.

Yo llevaba mi bicicleta por la acera y paré en un semáforo que, a las 22:00, estaba cerrado para los peatones. Al otro lado de la calle, un grupo de cuatro jóvenes (como siempre los valientes van en grupo, especialmente si hay féminas en él) hizo un gesto despectivo a ambos lados de la calle, en un aspaviento que en realidad se regocijaba de la ley, y cruzó en dirección a la acera en la que yo estaba. Yo seguí esperando hasta que el muñequito verde se encendiera. Seguía, en definitiva, el ejemplo alemán, el de una sociedad que aún no ha llegado al relativismo absoluto.

Cuando estaba a menos de dos metros de mí, el más gordo de ellos me gritó: ''¿Eres el más rápido de nosotros y te quedas quieto?'', como si dijera subrepticiamente: ''¿Cómo puedes ser tan pringado, si encima tienes una bicicleta?'' El Amo del Universo, como lo llamaría Tom Wolfe, sólo recibió de mí una leve sonrisa condescendiente, pero cosechó las carcajadas de sus acompañantes, lo que me llevó a pensar que no había entendido la totalidad de la frase.

Después de haberle sonreído, pensé si no hubiera sido mejor no mirarle, siquiera dirigirle la mirada. Hacer como si pasara o no entendiera. También pensé en la idoneidad de haberle hablado en español y aprovechar que no me hubiera entendido para decirle de to menos bonito.

No sé, sinceramente, qué es mejor hacer en estos casos con estos invasores.

viernes, 15 de octubre de 2010

DIARIO DE UN RESUCITADO

Querido diario,

Hoy he descubierto el siglo XXI. Todo es muy moderno, pero por otra parte ya no quedan excelsos. La mayoría de la gente es vulgar, y todos, incluso los príncipes, viven en hogares llamados ''pisos'', si bien para algunos privilegiados, bastante grandes. Madrid tiene cientos de pisos de gran altura, y ya no es lo que era. El trato con la gente es algo más incómodo que en el siglo XVIII, porque ahora se lavan a diario y raro es ver a alguien sin su perfume sintético. En resumen, que el olor no es natural y mi presagio es que su personalidad tampoco es natural.

Pero ninguno de estos obstáculos superficiales me preocupa más que una desventaja sustancial: Cuando pregunto a alguien si me conoce a mí, José Manuel de Vicálvaro y Gómez, marqués de Ponomeo, todos alzan la cabeza al cielo, y no precisamente en espera del divino castigo, que es lo que merecería gente tan inculta, sino para hacer como si pensaran, cuando en realidad no tienen ni santa idea. Unos pocos han acertado, pero para sorpresa mía, para ellos Marqués de Ponomeo no es más que una parada más en esa red subterránea, vasta y compleja que erróneamente llaman ''metro''.

En fin, que con estas palabras sólo me queda recordar, tristemente, las sabias palabras de Francisco de Quevedo: ''Terror y angustia más allá de la muerte''

J.M.V.G

martes, 12 de octubre de 2010

BECARIOS PELIGROSOS

No sé quién será el becario privilegiado que ha conseguido prolongar sus meses de práctica veraniegos en El Mundo hasta llegar a octubre, pero si yo fuera el jefe de redacción, replantearía la oferta. Hay veces que las prisas no pueden justificar errores lingüísticos, y menos cuando esos errores se dan en los titulares.

En esta noticia de elmundo.es vemos, en el pie de foto, que a la ministra de Defensa se le trata como ''La Chacón''. Por si fuera poco, más abajo, en el 'lead' de la noticia, se dan dos razones por las cuales los abucheos a Zapatero son menos sonoros este año. Una es la lejanía del público, lo cual se entiende. Otra, la ''ausencia de pantallas'', lo cual no se entiende. Pienso yo, ahora, con toda la humildad del mundo, que hay algo sagrado en el periodismo, y es que el titular se entienda.

LAS TRIBULACIONES DE UN ESPAÑOL EN ESLOVAQUIA

Hay en este bonito país de Centroeuropa muchas semejanzas con el resto del continente, y también, como es natural, algunas peculiaridades que nos llevarían a afirmar que ''Slovakia is different''. Me dispongo a contar algunas cosas que el interesado deberá tener en cuenta si desea viajar a este lugar en el futuro.

Para empezar, diré que nunca me habían robado con tanta elegancia. En un restaurante rústico no lejos del centro de Martin, al norte del país, pedí una dorada con verduras. En Eslovaquia es divertido ver que los precios no son redondos, sino que apuran hasta el último céntimo. Por ejemplo: vino de la casa, 0,52 euros. La dorada de marras, 3,58 euros. A partir de ahí, al sumarle la guarnición, las matemáticas hacen el resto y el precio total se 'normaliza'. El robo vino después. Cuando ya habíamos pedido lo que queríamos comer, el camarero se acercó a nuestra mesa y con ademán cortés quiso nuestro aval a que el coste del plato ascendiera un poco porque el pescado pesaba ''un poco más''. Cuando recibimos la cuenta, la dorada había costado el doble, casi nueve euros, porque por cada 10 gramos extra había que pagar un suplemento y me habían clavado 13 suplementos. Vamos, que el animal en cuestión pesaba 130 gramos más de lo normal. Casi ná.

Una vez en casa de mi amigo Rado, me ofrecieron chocolate caliente, en vista de que yo siempre rechazo café y té. No me quedó más remedio que rechazar también el chocolate, porque por la experiencia que tuve en Lituania, sabía que lo iban a hacer con agua caliente. Rado me confirmó que sí, que lo hacían con agua y no con leche.

Para matar el aburrimiento del domingo fuimos a unos cines donde ponían películas en inglés, pero como éramos los dos únicos en todo el cine (sólo había una pantalla, pero el edificio imponía respeto) nos quedamos sin película: no proyectan bajo un mínimo de 10. Pasó lo mismo en el otro y último cine que hay en Martin. Vimos El laberinto del Fauno en casa.

miércoles, 6 de octubre de 2010

MATAR A UN GUSANO

Matar a un gusano es como vengarse antes de llegar al ataúd. Es iniciar esta guerra sin cuartel que es la vida. Hacerlo en la cocina es aún más cínico, porque si el animalito no es comido parece que matamos por matar. Pero hoy he querido hacer un experimento, y como he visto que una larva blanca con cabeza amarilla y puntitos negros se acercaba al fuego, no he hecho otra cosa que apartar la olla, coger al pobre inocente y posarlo sobre la cocina. El intruso blanquecino ha empezado a moverse 10 veces más rápido de lo normal, a retorcerse, girarse, y todo eso en silencio, sin decir ni mú. Después de cuatro segundos exactos, el insecto se ha paralizado, estirado y con el vientre (o el lomo, quién sabe si ha muerto bocabajo o boca arriba) quemado.
Todo esto me ha impresionado mucho y de repente se me ha pasado por la cabeza La metamorfosis de Franz Kafka y me he preguntado si no sería el gusano la reencarnación de alguien salvaje... pero no tan salvaje como yo.

domingo, 3 de octubre de 2010

LA NIÑA DE RAJOY SE HACE MAYOR

Desde hace algún tiempo, la política en España ha ido solapándose cada vez más con el periodismo de declaraciones. Éste depende de aquélla y viceversa. Los mensajes mitineros son tan directos como los planteaba Shannon, pero siempre hay dos emisores y nunca se pisan. Si Zapatero está en Zaragoza un sábado a las doce, Rajoy estará en Málaga a la una. Dan siempre el titular del domingo, y con esto comerá la prensa la semana siguiente.

Pero uno de los dos destinadores tiene un problema. Rajoy no puede con el ritmo de Zapatero. El de León es ingenioso, original y sagaz; el de Pontevedra resulta cansino con la misma proclama de siempre, la de que las medidas económicas son insuficientes/equivocadas y hacen daño a España.

Supongo que tendrá razón el analista que apunta a que el gallego está sentado en su sofá esperando a que la fruta zapateril caiga podrida del árbol. Las viñetas de El País ya lo retratan así desde hace tiempo, con el puro en la boca. Pero siguiendo con el juego metafórico de la planta, podría decirse que el tronco, que es España, también se está deteriorando -y mucho- con el tiempo. Y tan culpable es el pájaro espino que no para de machacarlo como el koala que espera ansioso aun indolente apoderarse de tan preciado tesoro.

Urge hacer algo ante la última perla prepotente del presidente del Gobierno. ''Lo deprimente para Rajoy es que va a haber Presupuestos''. Si el líder de la oposición no quiere ser ese ''perdedor nato'' como Zapatero le llama, tendrá que empezar a dar pasos adelante. Lo malo es que la esperanza es casi nula, porque dos años después de empezar una de las legislaturas más nefastas de la democracia, ninguno de los dos ha amagado por el cambio. Para 2012, el que resista, ganará.

sábado, 2 de octubre de 2010

LAS CONSPIRACIONES DEL NEOPOPULISMO

Cada vez que se lía una parda en Sudamérica, sea Honduras, Venezuela o ahora Ecuador, el caudillo de turno acusa bien protegido a Estados Unidos en el mismo sillón desde el que amansa a su pueblo día tras día. Y es que ese caudillismo consiste en la posesión de un único micrófono desde el que sale una única verdad. Las demás realidades del pueblo no existen porque éste es analfabeto y cuando no lo es, está vigilado. En el caso de Cuba, donde la cultura de la gente es por lo general extraordinaria, el mejor centinela es el Mar Caribe, que ahoga cualquier posiblidad de escape.

El presidente de turno se ampara también en un recurso que, visto lo visto, da sus frutos por aquellos lares. ''Todo esto es una conspiración de la CIA y del Imperio''. El pueblo es cada vez más pobre y no acaba de llegar ese mesías que libere de la miseria a sus gobernados, pero sí florece -y rápido- la idea de que todos los males del país suceden por culpa de un bloqueo de EEUU y la anuencia de sus aliados, ya sea el ''perro faldón'' Aznar o el ''asesino'' de Tony Blair.

Pero tras la tormenta llega la calma, y esto en política se traduce siempre en una depuración. En las democracias esta depuración se ciñe a las responsabilidades, pero en las dictaduras y sociedades seudolibres siempre acaba cayendo todo un cuerpo o grupo de personas con capacidad de cambiar las cosas, o al menos, al presidente. Es lo que ha sucedido esta semana con la cúpula policial en Ecuador, país en el que aún vale el estado de excepción. Por cierto, ¿qué gracia tiene gobernar por decreto excepcionalmente cuando de hecho ya es la regla cotidiana?

Con o sin intervención del ''Imperio'', Rafael Correa se ha quitado un peso de encima, con el pretexto de la conspiración por bandera.

viernes, 1 de octubre de 2010

SINOPSIS DE UN LIBRO NO ESCRITO

Mientras Daniel disfruta de una beca erasmus, su madre sigue alojando como cada año a estudiantes americanas en su casa por un pellizco que ayuda a tirar para adelante. Una de ellas, Megan, espera la llegada de su madre, que estará unos días en Sevilla para visitar a Megan y de paso los ajardinados rincones de la capital hispalense. Su padre, al enterarse, forzará un viaje a España para ver a su hija, y de paso buscará el perdón de la mujer con la que convivió durante tanto tiempo antes del divorcio. La jugada servirá a Daniel para darse cuenta de que nunca es tarde para seguir luchando.