Se puede decir que hoy he empezado a trabajar de verdad. Ni cafés, ni sujeta-cámaras. El redactor más veterano de nuestro despacho me ha dado trabajo que hacer. Ha consistido en pasar la información que nos llega al 'buzón' del outlook de parte de otros redactores a la retícula donde se configura la página de periódico del día siguiente, vamos, que me han puesto a diagramar. Al principio estaba bien pero luego ha resultado repetitivo.
El caso es que ahora tengo más cosas que hacer a parte de acompañar a los reporteros y fotógrafos cada vez que van a hacer alguna investigación. Entre el miércoles y hoy ha pasado una cosa muy divertida, y es que los primeros días, yo, que no tenía mucho trabajo, me percaté de que el redactor de en frente mía, el que me ha dado el trabajo para hoy, tenía un calendario en la pared sin actualizar, o sea, marcaba 6 de junio o algo así. Le avisé chapurreando en alemán, con lo que se levantó y empezó a arrancar las páginas como un demonio. Cuando terminó me dijo: zufrieden? (satisfecho?) y yo le dije: si- riendome. A la hora me dice: Tu nombre se escribía con f no? y yo: si. Se puso a escribir un articulo sobre mi, y al dia siguiente aparecí en la primera pagina de la sección regional, de aquí, de los pueblecitos. Cuando Anette leyó la carta se descojonó y me la tradujo. Por lo visto está muy bien. El redactor empieza diciendo que odia arrancar páginas de su calendario, que eso es algo que solo hacen los funcionarios alemanes (considerados iguales que los españoles, porque no hacen nada) para contar los días que le faltan para jubilarse y llevarse su cómoda pensión. Mi compañero se sigue quejando porque dice que su pensión es insignificante y que por tanto no tiene ningún interés en pasar páginas a su calendario, y sigue contando que está 'confundido' porque antes creía que los españoles, de alma mediterránea y tan fiesteros se dedicaban a eso, a las fiestas y al descontrol,y que ahora son tan 'estrictos' como los alemanes, fijándose en la fecha del calendario que hay en el despacho. Así, concluye su artículo diciendo que alomejor también han cambiado las tornas en cuanto a que los alemanes no deban beber el agua del sur de Europa por seguridad (aquí se suele aconsejar que no beban agua del grifo en España) haciendo una especie de paralelismo con su confusión.
Desde entonces cada vez que llego a la oficina montamos cachondeo sobre el tema. Cuando me ha dado el trabajo, hoy mismo, me dice: lo que tienes que hacer es para 'funcionarios'. Me llevo muy bien con los redactores aunque los fotógrafos no dejan de ser un poco repelentes.
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