Muchos políticos deberían aprender de organismos como el COI, con Alejandro Blanco al frente, para escuchar más a los ciudadanos que a sus inquietudes parlamentarias. Ha sido el caso hoy, cuando dicho organismo -que hubo ordenado el canto del himno por Plácido Domingo, el próximo lunes- ha decidido derogar dicha proposición, por falta de consenso popular -cuando ya había sido aprobado por partidos políticos-.
En realidad, este hecho tiene varias lecturas. Si los partidos políticos decidieron aprobarlo nada más salir, cabe la posibilidad y razón de que no quisieran más confrontación para el panorama político español, ya saturado de sandeces que han ido acumulándose como en vertederos a lo largo de esta legislatura. Si es así, otro hurra por ellos, pero no creo que haya sido el caso.
Lo importante es que un himno tan cursi e impertinente ha sido abolido, para beneplácito -o nervios ante lo 'bueno por conocer'- de una parte importante de la población.
Y hoy se celebran mis 100 entradas en el blog, a ver si algo bueno pasa en el día para felicitármelo.
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