Incalculables son las palabras, los adjetivos, y el descaro, del señor Blanco. Ahora cabe preguntarse si ésta es una estrategia personal de José Blanco o si es la nueva propuesta táctica y propagandística de todo el partido de convencer, mediante la todopoderosa aguja hipodérmica de sus medios de comunicación, de que el tema principal de la opinión pública ya no es la crisis, sino Gürtel, Cajamadrid, el liderazgo de Rajoy, la crisis de los piratas o el AVE a Barajas. Probablemente la salida de Blanco tenga más que ver con una estrategia propia; esta semana ha comenzado a circular por los periódicos el anuncio de la llegada de la alta velocidad al aeropuerto de Madrid. Vamos a gastar, que todavía hay margen. Pa lo que me queda en el convento, me cago dentro. Estamos mejor que hace un año porque hace un año yo no era ministro.
Por cierto. ¿Es socialista gastar en un proyecto multimillonario como es el del programa de alta velocidad española, cuando no se tiene ese dinero y cuando los usuarios del AVE, además, son una pequeña proporción de la sociedad, comparada con la que usa el cercanías o el media distancia?
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