Estoy harto de meterme en una página de Internet, especialmente de noticias, y que la habitual cortina de publicidad que financia nuestra curiosidad desaparezca y vuelva a aparecer cual intermitente. Acepto y comprendo que en un servicio gratuito tenga que haber invasión de reclamos; pero estos reclamos a veces parecen tan agresivos que incluso a veces no te dejan en paz hasta que no has accedido al sitio que anuncian.
Sí, sí. Hasta que no has accedido. La nueva estrategia publicitaria es que el lector, buscando desesperadamente la X, pinche justo en la superficie de la publicidad para llevarse el gato al agua. La intermitencia está ajustada a la impaciencia del lector. Los momentos están calculados. La cortina desaparece justo cuando el lector va a hacer click en la X, y entonces, siempre hay un banner preparado del mismo anunciante.
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