Pues bien, en esta película de 1984, un extraterrestre adopta la apariencia de un hombre fallecido, y su joven viuda ayuda al extraterrestre a encontrar su nave nodriza. Así al menos es la sinopsis que nos daba Supercable, pero la película iba a más.
Como podemos observar a la derecha, encima del rótulo de 'Starman' podemos leer en inglés: ''ha viajado desde otra galaxia más allá de la nuestra. Tiene poderes que no podemos comprender, y tiene el deber de conquistar la única herramienta que le resta: el amor''.
Efectivamente, es precioso comprobar como en esta película, de las que a mí me gustan, por contener aventuras, suspense, persecución, huídas y un poquito de viejo oeste norteamericano, vemos a un extraterrestre que aprende al estilo de Tarzán las normas básicas de convivencia, e incluso llegando a cojer un coche con el que casi se matan.
A medida que la película avanza, vemos a un Jeff Bridges cada vez más humano, y las gesticulaciones alienígenas van desapareciendo inconscientemente. Sin contar el final, os digo que el personaje va descubriendo, de la mano de Karen Allen, el verdadero sentido de la vida y lo único que los humanos hemos sabido conservar y practicar: el amor mutuo.
2 comentarios:
como me kieres eh (H) jajaja muy a tu pesar!!!
¿El amor mutuo lo único que el hombre ha sabido conservar? Psshh, yo creo que sabe conservar mejor el petróleo y cosas por el estilo...
Un besino, ciao!
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