Hasta tal punto necesito teñir los días, que me es imposible planificar nada sin una mirada al arco iris que atraviesa mi calendario cerebral.
A veces, cuando miro al cielo (¿por qué miramos arriba cuando estamos intentando recordar algo?) sólo me topo con las estrellas, y aunque me es imposible reconocer una sola (si ya soy malo para los nombres propios, imaginaos lo que me estrello en el fenómeno galáctico) siempre veo en ellas a la misma persona. Yo. Una dosis narcisista para explicarme. Las estrellas siempre están ahí, porque con lo que tardan en apagarse pueden pasar cientos de generaciones humanas... Y entonces resultan ser un gran armario de recuerdos, porque hace 6, 8, 15 años incluso también miraba al cielo, desde una altura inferior, cierto, pero total, tampoco vamos a crecer más en la vida...
5 comentarios:
¡hablando de poesía,Falete...esto no está lejos!
Te metia tanto rabo como cuello tiene un pavo, oyeeeeee lo que te digo.
HOLA,PUES TRANQUILO SIGUE HACIENDOLO POR QUE SON MILLONES DE AÑOS QUE EL HUMANO ESTA MIRANDO A LAS ESTRELLAS Y SIN CONPRENDER POR QUE ESTAMOS AQUI......ABRAZO........
Interrumpiendo tu toque poético... se te ha olvidado que el domingo siempre es rojo.
Pero yo creo que es mejor seguir mirando las estrellas, e irse olvidando poco a poco de los colores preestablecidos a lo largo de nuestas semanas, y toooodas nuestras vidas. Píntalos como quieras tú, no?
Un besazo
Ayer te traje una rosa...
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