Hoy ha sorprendido un terremoto en Chile con mucha más fuerza que el que sacudió Haití el mes pasado, y ya ha dejado 150 muertos. Con un desastre natural de este calado, nadie puede sentirse culpable, pero en cierto modo, el sismo ha afectado tristemente a nuestra agencia, que tiene corresponsalías por todo el mundo. La de Santiago de Chile, situada en la planta 25 de un edificio de la capital, ha permanecido cerrada todo el día sin luz, por lo que todas las noticias en español han tenido que pasar por Madrid. Así, en sábado, no éramos suficientes dos redactores, y ha tenido que venir refuerzo para una edición más rápida. Como consecuencia de este apoyo, hemos acabado antes de lo previsto y me han dejado salir unos minutos antes, por lo que se puede inferir que ha habido un 'efecto mariposa' que me ha beneficiado.
Esta no es una historia de amor, pero en cierto sentido, mientras muchos todavía sufren en Chile para no reconocer a seres queridos fallecidos, aquí no me queda otra que sentir cierta culpa por una tragedia que podría haber ocurrido en cualquier otro lugar.
3 comentarios:
La tierra se está empezando a quejar y rebelarse con mayor frecuencia. Llegará el momento en que todos recibiremos, y tendremos que buscar nuestro amor y nuestra culpa bajo los escombros.
Vaya, y yo que sólo te quería desear un feliz domingo...
Buen post,Falete, me ha gustado lo que ves desde esa faceta por la que miras el prisma!
Todo lo que dices es cierto,todos esos acontecimientos me afectan sobre todo porque los veo muy seguido en mi país solo que estaba buscando consuelo a la culpa por mi amor perdido. Pero es muy interesante tu blog.
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