El corazón se le aceleró como las jugadas por banda de Puyol y su reacción fue de unos reflejos tan impecables como los de Iker Casillas. El timbre volvió a retumbar su estudio. Vázques cogió los paquetes de heroína de la mesa y los puso bajo el sofá, fue hacia los fajos de billetes de 100 euros, situados en la encimera de su cocina americana, tan hortera, y se dirigió a la puerta. Se humedeció la misma mano que se había estado rascando la rabadilla para peinarse un poco, y dio su peculiar escrutinio del pasillo a través de la mirilla, para asegurarse de que lo que veía no era una pesadilla. Pero... allí estaba él, uno de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (G.E.O), con su casco perfectamente a juego con la chaqueta, y apoyado sobre la puerta del cuchitril de Vázques.
Le iba a dar un infarto a nuestro protagonista. La Policía le había catado justo cuando España iba ganando 0-1. Volvió a dar un repaso al piso, hizo que pareciera el hogar de una inocente familia y el timbre empezó a impacientarse, o mejor, el GEO en cuestión. ''Vaya mierda de GEO, llamando a la puerta'', pensó ingenuamente Vázques. Todo con tal de calmar su nerviosismo.
Se acercó a la puerta y gritó, con un par: ''No tengo nada que ver con la pasta'', y abriole la puerta casi llorando.
-Y a mí qué me importa, le traigo la hawaiana con masa clásica. ¿Me paga ya o espero otros cinco minutos?
Relato con Copyright 'Merce'.
1 comentario:
Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajua
juajuajuajuajuajuajuajuajuaaaaaa!!!
Ya tienen razón, ya, cuando dicen que las pizzas no son buenas para la salud, jajaja!!!
Y ya tengo razón yo en decir que has vuelto imparable!! El 2010 te sienta de perlas!
Besos de rana risueña!!!
PD.- ¿......Y ese copyright?????
;-)
Publicar un comentario