En efecto, el mayor premio de estudiar nueve meses en el extranjero es volver a tu país con los objetivos cumplidos: aprender alemán fluently, impregnarse de una cultura extraña, conocer a gente interesante, viajar mucho y hacer contactos. Estos deberían ser los objetivos universales de cualquier estudiante, y sin embargo cada día los vemos escatimados. No hay ilusión ni siquiera en las facultades de nuestro país: la universidad es vista por la mayoría de los estudiantes españoles como un paso obligado para llegar a unas metas más bien borrosas, abstractas y constantemente cambiantes. El corolario de este caos de ideas e ilusiones es el escamoteo moral constante de los poderes políticos y fácticos. Sí: el Erasmus es visto por esta mayoría como un kit-kat en las 'obligaciones' de la carrera para hacer el ganso todas y cada una de las noches del 'año mágico'.
En cambio, y sin ánimo de echarme flores, yo me muevo por el extremo opuesto. Tampoco es bueno. Marcarme demasiados objetivos y soñar con unas expectativas tan amplias puede llevarme fácilmente a la frustración.Yo quiero volver hablando alemán como me manejo con el inglés. Quiero aprobar todas las asignaturas y recorrerme todas las partes de Alemania que aún no he visto. Quiero conocer a centenares de personas de dentro y fuera de la universidad, hacer contactos hasta en la empresa pública de basuras, quiero construir los pilares de una futuroa vida en este país de Europa, para levantarme todas las mañanas en una casita bárbara y desayunar bollos europeos, antes de irme a un fastuoso trabajo en el que nadie me dé lecciones de ética, moral o política. Al estilo de Un franco, 14 pesetas. Pero sobre todo quiero compartir mi vida con alguien, sin cansarme, como ocurre con el primer amor, aquél que siempre parece tan lejano en el tiempo.
Efectivamente, echando una ojeada a la lista de adjudicación de plazas Erasmus, he querido imaginar que mi compañera de suertes es, por fin, una media naranja; o cuando menos, una persona de interés. He querido soñar que estaremos en el punto de equilibrio que nunca he conseguido alcanzar, que me comprende y la comprendo desde el primer momento, y que por fin las noches no las pasaré leyendo libros o periódicos, sino dando paseos por un río europeo con alguien con quien agotar un tema y pasar a otro, para luego volver a agotarlo...
Y si no es ella, que sea otra: francesa, inglesa, alemana incluso. Pero que el peaje de esta potra no sea comparecer en bares aburridos con otros compañeros falsos y convenidos, tomando copas para hablar de cosas banales y mirando el reloj cada vez que el otro desvía la mirada para descansar de tanta habladuría. Que no hagan falta convenciones, y que por una vez en la vida todo me salga bien desde el principio, obrando detalles heterodoxos y originales.
Ahora tengo el reintegro. Me queda mucha primavera y todo el verano para soñar con el Gordo.
4 comentarios:
Ich war in Bamberg als ich Schlerin¨war...
Ich wünsche Dir viel Erfolg,dass du viel lernest und auch dass du dich an der Universitát amusierst, und wenn es möglich ist dasss du dieses Mädchen triffst!
Frau Chus, dejamen mir fliparen!
jawohl, mein Herr!
Bien, bien, bien, Falete! Me alegro muchísimo!!!!! Uno no puede evitar soñar e imaginar que todos los objetivos se cumplen, pero independientemente de eso, el solo hecho de salir de la piel de toro ya es una bocanada de aire fresco y limpio!!!!
Espero que sigas con tu blog, que nos sigas informando de tus aventuras por allí y, sobre todo....No te dejes el Colacao!!!!
Muchen Besen und Abrazen!
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