Mi padre me ha regalado un libro con mucho cariño, Paracuellos - Katyn, de César Vidal. Al extendérmelo, pude notar en su mirada la lamentación que luego expresó con palabras:
-Es un relato de los crímenes cometidos por la izquierda en España, y de los métodos utilizados, muy al estilo soviético. Y cuando lo lees, dices: coño, es que estamos iguá iguá iguá que en los tiempos de la República.
Hoy, en Madrid, se ha reproducido fielmente la agitación que empezó a barrer España a partir de octubre de 1934. Los líderes de los sindicatos UGT y CCOO, que no olvidemos son subvencionados con dinero del Presupuesto, cuando el país roza los cinco millones de parados; con diputados y militantes socialistas, actrices y una afluencia masiva de estudiantes de la Complutense, se han manifestado en la Facultad de Medicina a favor del juez Baltasar Garzón y contra el Tribunal Supremo, alegando que ''Franco vive'', o al menos su espíritu, y que la sociedad está siendo, cuando menos, expoliada de sus derechos.
No bastaba con que una parte escasa de la ciudadanía denunciara la dejación de funciones de los ''representantes de los trabajadores''; hacía falta que los pancisto-sindicalistas desviaran su atención a otros temas como este, al igual que sucedió con el Prestige, con la guerra de Irak y otras batallitas.
La guinda de este pastel la han puesto más tarde Almodóvar y los suyos, los que han estado acaparando el banquillo titular del cine español en los últimos 20 años, y no sólamente por premios y méritos propios, sino por un afán inmenso de las autoridades públicas y el establishment cultural español de marginar a los primerizos, los discordantes y los prometedores.
1 comentario:
Han pasado los años, pero nada ha cambiado...Clara muestra de que esto no tiene arreglo.
Falete, tú que puedes, lárgate de aquí a respirar aire puro!!!!¡Qué arrepentida estoy yo de no haberlo hecho cuando tuve oportunidad...!
Besos de anciana desengañada...
Publicar un comentario