Al igual que los rayos, el amor puede tener al fulminarnos bien carga positiva bien negativa. Cuando dos personas comienzan una relación, normalmente se debe a que ambas han sentido una cierta química, un punto en común. Pero en los últimos días me invade la extraña sensación de que mucho más que los puntos en común de dos personas, al comienzo de una aventura importa mucho más el signo de la carga que embarga a cada sujeto.
Es decir, dos personas pueden ser almas gemelas, pero si en el momento de conocerse uno se encuentra con carga positiva (felicidad) y otro con negativa (una mala semana, un mal día, un mal momento), probablemente jamás lleguen a pasar un sólo día juntos, porque al menos uno de ellos pensará que la otra persona no es para nada de su tipo.
La electricidad ha conseguido un hueco en la física, en las matemáticas y hasta en bellas artes. No sería extraño que con esta teoría mía, pronto se hablara en las escuelas de todo el mundo de la poco deseada ''tormenta de amor''.
3 comentarios:
Encantadora Filosofía de 20 y pocos años... ¡encantador post , Falete !
de 20 y poco? es esto despreciativo?
No,es admirativo y cariñoso...Se te nota la "radicalidad" de la juventud ¡déjate llevar!
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