miércoles, 26 de marzo de 2025

QUÉ FÁCIL ES DEBATIR SOBRE LA EUTANASIA Y EL ABORTO CUANDO SE ESTÁ MUY VIVO

Sucede con demasiada frecuencia que un político se vuelva más razonable cuando deja la política que cuando medraba en ella (caso clásico: Felipe González). Pero curiosamente, el caso contrario tampoco es nada raro: que un político sea más radical estando fuera del gobierno que dentro (ejemplo: Varoufakis).

Lo más sorprendente de esto es que, como señalo anteriormente con los dos ejemplos, esto se da en todos los países, no es un patrimonio de España.

El 17 de marzo de 2023 entrevistaron a la exministra de Sanidad de Francia, Agnès Buzyn, quien se pasó toda la entrevista alertando sobre la frivolidad y falta de profundización en el debate sobre la eutanasia -algo por lo que no luchó durante su estancia en el gobierno.

Empezaba diciendo Buzyn, que recordaba su experiencia de varios años como enfermera, que mientras más se acercaban sus pacientes a la muerte menos deseaban acelerar el proceso de morir. ''No recuerdo a ningún paciente que me pidiera morir'', recuerda la exministra con 20 años de experiencia en el sector.

La cita clave de la entrevista se da cuando Buzyn recalca que ''esta petición de libertad de elegir morir se da cuando uno no se tiene que enfrentar a la muerte; se da cuando se tiene buena salud y apetece mantener esa libertad de dirigir su propio destino. El debate sobre la ayuda activa a morir es, en primera instancia, un debate entre personas a las que les va bien''.

Me parece importantísimo este diagnóstico social de la exministra, porque da en la diana y abre el melón para otro debate: el del aborto.

A menudo he leído, incluso me he visto enfrentado a posiciones en torno al aborto que echaban en cara a los hombres antiabortistas dar su opinión de un tema ''sin ser mujer'', como si esa fuera la identidad determinante o al menos la única que otorgara el permiso a opinar sobre el tema. 

En realidad, les guste o no a los abortistas (que son lamentablemente inmensa mayoría social hoy en día), lo correcto sería apuntar y subrayar que somos los vivos -hombres y mujeres- los que tomamos posesión de decidir sobre la (futura) vida de los demás... de aquellos que no pueden decidir.

Qué fácil es debatir sobre la eutanasia cuando uno está muy vivo. Qué fácil es poder decidir sobre el aborto de los que aún no están fuera para poder decidir también.


jueves, 30 de enero de 2025

La viga en tu propia portada

 Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? (Lc. 6.37-38, 41-42).

El 13 de febrero de 2023, el periódico progresista Süddeutsche Zeitung titulaba en portada que los democristianos de la CDU habían ganado las elecciones en el Estado de Berlin... que se habían tenido que repetir por fallos tanto en la organización como en la vigilancia y recuento medio año antes.

No recuerdo haber leído nada sobre la repetición en medios españoles. La verdad es que o bien el PR de Alemania es digno de admirar o el resto de Europa se portó muy bien mirando para otro lado sobre un escándalo más propio de repúblicas bananeras que de la primera potencia europea.

Ni siquiera en la profundamente degradada España de Pedro Sánchez, donde todo un fiscal general del Estado se encuentra imputado y culpando a los jueces de su desdicha, podría yo imaginarme la repetición de unas elecciones en una comunidad autónoma. Pero ha ocurrido en Alemania, queridos.

Y qué se encuentra uno en ese mismo número del SZ de 13 de febrero de 2023? pues en la página ocho, a cuatro columnas, el periódico de Munich daba la noticia del juicio a los moteros de los Hells Angels en Madrid acusados de pertenencia a banda criminal. En la pieza, firmada por Celine Chorus y Christoph Koopmann, uno tiene la sensación de percibir una cierta condescendencia con los 50 acusados. Pero eso no es lo más grave. Lo grave es que la pieza es toda una cascada de críticas al sistema judicial -e incluso cultural- español. 

Si bien hay que admitir que acierta en determinados contenidos, como por ejemplo el retraso del juicio, ya que los acusados fueron detenidos en 2013, el resto (mala traducción, que la sala parezca ''una sala de espera de un ayuntamiento'' o que el proceso empezara con retraso) es toda una oda a la hispanofobia y la leyenda negra.

Mala traducción... check: en el cambio de nombre en la oficina de tráfico de Heilbronn al vehículo que recibí de mi padre.

Pintas de una sala... check: vivo en un país que, tras una reconstrucción record tras la Segunda Guerra Mundial, ha mezclado modernidad y clacisismo en sus calles dando el juego que da un café con langostinos.

Proceso con retraso... check: trenes alemanes, story of my life.



domingo, 12 de enero de 2025

Taxi pa ti, Cabify pa mi

 El 23 de enero de 2023, el diario Expansión publicaba que RTVE había concedido a Cabify un contrato para transportar a sus trabajadores e invitados (contertulios, entrevistados, etc) por un total de 1.002.122 euros para los estudios de Madrid y casi otro millón en los de Barcelona.

En seguida me acordé de mis tiempos en Intereconomía (2008/2009), cuando el departamento de Producción daba cheques para el servicio de taxis de Madrid. Entonces no existían Uber o Cabify, o al menos no eran tan conocidos como hoy.

Lo sorprendente de la noticia de Expansión es que hay hoy en España, país cuya riqueza emana sobre todo del turismo, aun comunidades autónomas donde los VTC no son legales. Un ejemplo es Canarias, con transporte público aceptable en Gran Canaria y Tenerife pero deficiente en Fuerteventura y lamentable en Lanzarote. Una razón de peso para que esta prohibición de la competencia exista no es tanto la oposición del gremio del taxi como la resistencia de la intelligentsia en política y sobre todo en los medios de comunicación.

En primera línea de estos medios de comunicación está, por supuesto, la RTVE sanchista y largocaballerista de la España de 2025. Dense cuenta que los VTC son para el taxi lo que los pisos turísticos para los hoteles.

Por qué RTVE se ha decantado por Cabify no lo sé, pero que no es por eficiencia económica creo que está claro para todos, después del multimillonario fichaje del mermado de Broncano.

Más bien será la comodidad y el buen servicio que suponen los VTC, que la intelligentsia de contertulios y presentadores se encargan de demonizar mientras los utilizan con muchísimo gusto.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Lo de la vivienda

 Angela era la profe de música. De Nueva York, muy de izquierdas. Una de esas personas por las que uno se pregunta: ''qué te ha hecho irte de una de las ciudades más admiradas del mundo para venirte a Heilbronn?''. De hecho, la pregunta se la hice. Su respuesta: ''Nueva York es muy caro para vivir. La gente la tiene idealizada como ciudad, pero tu salario no te da para tener una vivienda en condiciones''. 

Yo escuchaba pacientemente, mientras pensaba: eso me lo imagino perfectamente. Viví en Montreal en 2005, otra ciudad muy popular de Norteamérica, pagando 700€ al mes por una habitación vieja de un noveno piso. Esto de Nueva York díselo especialmente a tus amiguitas de la izquierda europea, que tienen a la Gran Manzana como destino número uno en sus Navidades. Y no es cosa solo de Irene Montero y sus compis, no.

Diles también, por cierto, que el alcalde afroamericano y muy de izquierdas de Nueva York, Eric Adams, escribió en The Economist (The World in 2023) que su gobierno municipal quería acabar con la resistencia de ciertos barrios -muy de izquierdas, como Harlem- a construir más edificios y más altos. Adams presumía de su anhelo para cambiar las regulaciones locales para llevar a cabo lo que economistas liberales europeos como Juan Ramón Rallo llevan pregonando desde hace años: que solo más oferta puede llevar a una reducción del precio de la vivienda. 

Edificios altos en Europa? especuladores! se oye gritar en las mentes progres del viejo continente. Todo mientras planifican sus próximas vacaciones en Nueva York.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Eres idiota?

 Adoro la revista Manager. No tengo ningún género de duda de que se trata de la mejor revista euriopea sobre negocios y operaciones empresariales. La publicación pareciera tener ardillas metidas en todas las empresas de Alemania, grandes y medianas, para enterarse de las peleas, pactos y decisiones más secretas de la biutiful pipol de Alemania.

Una excepción es la columnista pija Margret Hucko. En un artículo de enero de 2023 simplista e incomprensiblemente titulado 'parli italiano? (hablas italiano?)', Hucko comenzaba diciendo que de Italia ya había muchas cosas que habían dejado de ser 'bella', entre otras cosas por ''el giro a la derecha'' refiriéndose al triunfo de Meloni.

Entre otras de las cosas que habían dejado de ser 'bellas', estaba la decisión de Maserati de sacar un SUV al mercado, el Maserati Levante. Pobrecita... primero nos llega la derechona al poder, con todo lo que ello conlleva (aunque no nos lo explica, suponemos que es algo más que racismo: clasismo, desigualdad, etc) y para la que no caben celebraciones históricas como el hecho de que Meloni sea la primera mujer en llegar a la presidencia del gobierno italiano -esas celebraciones se reservan a la gente buena de izquierda. Y luego, para colmo, Maserati saca un SUV al mercado. Es para no dormir, oyes.

A Hucko le molesta particularmente que el Levante tenga la bola en la que se enganchan los remolques: ''imagínate que vas por la autopista, camino a Capri, y te encuentras con un Levante tirando de una caravana: esto debería estar prohibido''. Y tu clasismo es de libro, y habría que decirlo muy alto. Hucko demuestra durante todo el artículo esa capacidad innata en mucha progresía continental para dejar dudando al personal: es hipocresía lo suyo o simple ignorancia?

Si quieres que haya más personas que puedan permitirse un Maserati (un berlina, por supuesto), por qué rajar contra esa derecha a la que acusais, como Pedro Sánchez, de ir en Lamborghini a comprar el pan o el periódico?

viernes, 13 de diciembre de 2024

CANARIAS... ABANDONADA?

 En enero de 2023, varios meses antes del adelanto de elecciones y del ''cambio de opinión'' con la amnistía, y mucho antes de los ataques a los jueces tras la avalancha de casos de corrupción en el sanchismo, el columnista Alfonso González Jerez, del diario La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria, decía que en España estábamos viviendo una ''anomalía democrática'' y que en 2017 por supuesto que había habido un golpe de Estado en Cataluña. Eso sí, una opinión tan contundente en un periódico provincial -cuyo objetivo en la España de hoy es bailarle el agua al cacique de turno- no podía quedar así, a palo seco, sin añadir un poquito de equidistancia -Feijóo no es Bolsonaro, Sánchez no es Pedro Castillo (claro que no, Alfonso, es que es mucho peor que Pedro Castillo!).

Tampoco faltó un comentario al final de su columna que resume a la perfección el Estado de hemiplejía intelectual del periodismo español: González Jerez pedía paso para el nacionalismo canario ''indispensable'', porque con estos cambios anómalos que vivimos, ''Canarias no puede quedar como parte pasiva de lo que vendrá''. 

Para que lo entiendan más fácilmente: la casa se está quemando, lo han hecho unos ladrones para llevarse la caja fuerte del salón. Llamemos a los bomberos, sí, pero vamos a entrar primero al dormitorio del piso de arriba, que queda otra caja fuerte.

Pero lo ridículo es que cuatro páginas más adelante, hay una noticia que habla de una inversión de 5 millones de euros del Ministerio de Transportes para la Metroguagua de Las Palmas. Dinero nacional para un servicio municipal? Y Canarias está abandonada, dicen?

Está abandonada, sí, pero en los brazos de los extremistas que quieren unas islas sin turismo, fuente principal de ingresos por rechazar tozudamente las exploraciones de petróleo. Cada uno se empobrece como quiere.

lunes, 11 de noviembre de 2024

SEAN

 Conocí a Sean en un viaje de Stuttgart a Berlín en Flixtrain, esa maravilla producto de la liberalización del sistema ferroviario en Alemania, prueba de la superioridad de lo privado. Nuestra jefa nos envió, junto con un tercer colega de Gales, a una conferencia de profesores de inglés.

Sean era inglés, de padre australiano, y había estado en Francia muchos años antes de establecerse en Heilbronn, donde llegó a tener tres hijos con una mujer de la que, en esos momentos, se estaba divorciando -por iniciativa de ella. 

Un cachondo. Así podría definirse simplemente a Sean. Broma detrás de otra y cerveza detrás de otra, como es de esperar en un británico, llegué a la capital alemana con el buen humor que te da haberte partido de risa durante un viaje tan largo.

Pero Sean no era todo risas. A veces podías hablar con él de temas profundos, o mejor dicho podías escucharlo con temas profundos, porque no era alguien que escuchara bien al otro. No es algo que se recomiende a los profesores de inglés, pero sus clientes aparentemente estaban contentos con él. Después de todo, escuchando también se aprende. 

Él era de un discurso muy self-deprecating, como es típico de los ingleses: crítico consigo mismo y al mismo tiempo muy adulador con el otro. A veces, aunque esto no lo noté en Berlín sino durante los pocos encuentros que se sucedieron en Heilbronn, si dabas tu opinión en medio de su homilía, se molestaba respondiendo con un 'no, no, no', como queriendo decir: 'déjalo, yo tengo razón siempre', lo cual me molestaba bastante.

Llegaba muy tarde a nuestros encuentros. A veces media hora y a veces hasta una hora después. Lo invité a mi boda, y dos meses después, aun en plena pandemia, lo invité a mi cumpleaños. Esa fue la última vez que lo vi.

Sean tenía un problema que en España y Alemania llamaríamos alcoholismo y que en el Reino Unido probablemente consideren simplemente falta de control -ya sea en consumo, o en el control de sus consecuencias. Pocos minutos antes de irse, Sean había estando elogiando en el pasillo a mi mujer, con lo guapa que es y lo mucho que vale para todo. Cuando llegó la hora de despedirnos, mi mujer se ofreció a llevar a Sean a su casa, y creo que todos -el profesor de Gales también estaba ahí- pudieron percibir mi cara de poco convencimiento. Aun hoy pienso que si mi mujer no se hubiera ofrecido, Sean y yo aun seríamos amigos. Pero se ofreció, y yo rechacé con una excusa que no recuerdo, pero que incluso un borracho puede decodificar perfectamente en su mundo temporalmente ebrio.

No me acuerdo de quién acabó llevando a su casa a Sean. Es posible que volviera caminando. Yo, desde luego, no tengo el recuerdo en mi memoria de haberlo llevado a su casa. Lo que sí recuerdo son mis mensajes felicitándole la Navidad y él respondiendo con frases muy parcas. Recuerdo anunciarle que pocos meses después, en febrero de 2021, recibiría la nacionalidad alemana y que él me respondió con humor -algo así como ''vas a convertirte en uno de ellos'', pero aun muy parco. Yo sabía que él estaba dolido, pero consigo mismo, no conmigo.

Desde entonces no hablamos más, y tampoco me he esforzado en retomar el contacto.