sábado, 7 de enero de 2023

Un modelo de suscripción de periódico con éxito asegurado

 Estimados directores comerciales y jefes de suscripción de periódicos:

 Están desesperados porque ese anuncio permanente de ''Suscríbase ya con un 50% de descuento!'' no acaba de colar? No saben qué hacer porque han descubierto que un descuento permanente es al cliente lo que un obsoleto antibiótico a nuevas e hiperresistentes bacterias?

Voy a darles un consejo gratuito, y, si acaba aplicándose, daré por hecho que alguno de ustedes me ha hecho caso. Porque, hasta ahora, no he visto esta idea en ningún sitio, pese a que desde hace años se lee que la prensa pierde cada vez más suscriptores -e incluso lectores. Y sí, es verdad que la pérdida de suscriptores es mucho más fuerte en la prensa de papel que en la digital; pero no es menos cierto que las suscripciones a la prensa digital no suben todo lo que podrían, porque hay muchos otros medios independientes que, en Internet, compiten en igualdad de condiciones con los medios establecidos.

Antes que nada, quiero decirles que me he estado aprovechando de ustedes. Bueno, esto va por la prensa alemana, pero podría valer para la española. Sí, a lo largo de los últimos 10 años he estado firmando suscripciones gratuitas o hiperreducidas para leer prensa de papel de calidad (Frankfurter Allgemeine Zeitung, Süddeutsche Zeitung, Die Zeit, Der Freitag, Der Spiegel, The Economist, Time, etc); unas suscripciones que cancelo a su debido tiempo para que no se renueven automáticamente y hagan ustedes caja con sus precios, en mi opinión, abusivos (un periódico como Die Zeit por 6€? en serio? el mismo precio que un libro de bolsillo?). 

Mucho me temo, por cierto, que no soy el único que hace esto. Lo sé porque el Süddeutsche Zeitung, por ejemplo, tiene incluida en su política de suscripción la cláusula de ''dos suscripciones de regalo al año por hogar''. Nos estamos aprovechando de ustedes, y lo peor es que lo saben.

Sé que en cuanto les revele mi idea de modelo de suscripción exitosa van a negar con la cabeza, diciendo que es imposible, que no funcionaría porque no sería rentable. Pero lamento informarles que la práctica ya se da en otros sectores con pingües beneficios, como el de los seguros de coche y moto. Y ahora voy al grano, para no marear más la perdiz.

Qué tal si introdujeran un modelo de suscripción mensual o anual con las tarifas que ofrecen actualmente, pero con la promesa de una rebaja periódica del precio a cambio de la fidelidad, como ocurre con los seguros antes mencionados? La oferta sería mucho más atractiva en su sector, porque para que te rebajen el seguro del coche no sólo tienes que serles fiel: también tienes que evitar daños y accidentes. Con una suscripción de periódico que contara con una cuota mínima (después de unos años de contrato) aún por encima de los irrisorios precios de una suscripción de regalo de nuestros días, ustedes podrían ganar suscriptores de manera exponencial. 

Sí, estarían cobrando algo menos de lo que cobran hoy, pero ofrecerían algo diferente a la promesa actual de una subida de precio regular.

Bueno, ya me cuentan. Ahora les dejo, que acabo de descubrir una oferta regalo de Die Welt.

domingo, 1 de enero de 2023

Los familiares incómodos de Hernán D. Caro

 El articulista colombiano Hernán D. Caro, residente dede hace dos décadas en Alemania, escribió su artículo 'Unbequeme Verwandte' (familiares incómodos) en el Frankfurter Allgemeine Zeitung dos años después de la llegada del populista AMLO a la presidencia de México, un año después de la vuelta de la cleptócrata Kirchner a Argentina, algo más de un año antes del alunizaje del extremista Gabriel Boric en el palacio de la Moneda de Chile, dos años antes de la llegada del prochavista Pietro al gobierno de su patria, Colombia, dos años antes de la vuelta de Lula a Brasil y tan sólo seis meses antes de la toma del poder en Perú del golpista Pedro Castillo. 

Pese a este claro rodillo de gobiernos extremistas y ruinosos en el ya azotado continente latinoamericano (con la única excepción quizá de Lula, al que 'sólo' cabe atribuir corrupción sistémica, pero al menos garantizando crecimiento y prosperidad a su pueblo), Caro afirmaba en diciembre de 2020 que sus familiares emigrantes y residentes en Estados Unidos con tendencia a apoyar a Trump (su tío padrino Gonzalo y el marido de su prima) basaban sus ideas en ''la experiencia de los regímenes como los de Cuba o Venezuela'', un miedo ''del que también se sirven populistas conservadores de derechas (sic) en Brasil o Colombia'', claramente refiriéndose a Iván Duque o a Bolsonaro.

Con el continente sudamericano actualmente más rojo que el culo de un mandril, haciendo honrosa excepción de Ecuador y Uruguay, sería interesante saber si Hernán D. Caro ha llegado a cambiar de opinión en este tiempo. Sigue tan sorprendido de que el 32% de los inmigrantes latinos de Estados Unidos apoyen a Trump? Le chocaría saber que ese porcentaje, posiblemente, podría haber subido? Tenemos derecho a avergonzarnos, aquellos que vivimos en el primer mundo, incluido el escritor Caro, cuando hay gente que se va al extranjero y adopta una forma de pensar que rompe con lo que abunda en su patria -desempleo, inseguridad, pobreza, suciedad, crimen, ataques a la prensa independiente, amenaza al régimen de derechos y libertades- y escasea, por fortuna, en su país de acogida?

Cierto es que Caro admite entonces en su artículo que el colectivo de los inmigrantes ha sido tratado mucho tiempo de manera ilusa, pensando que forman un bloque ideológico homogéneo, cuando no es para nada el caso. Hay inmigrantes que están contra el aborto y a favor de un Estado más débil en la economía, pues claro. Sin embargo, esta aparente objetividad se rompe cuando, justo después, asegura que aunque su familia no sea así, muchos de los seguidores de Trump ''siguen siendo idiotas, fascistas y racistas'', aunque su ''visión del mundo liberal'' le permite, dice, ''más que ninguna otra'' (ajam, cuéntame más) aguantar y superar ''el conflicto y la diferencia''. 

Sin embargo, el hecho de que el autor, en el artículo, acusara al marido de su prima de ser un juerguista y alcohólico hace 10 años para apoyar ahora ideas evangélicas y valores conservadores como la familia tradicional, denota no sólo una traición al relato familiar, sino también una negación a concederle al prójimo la posibilidad de cambiar el rumbo en la vida -encima si es a mejor! 

Esta actitud está en las antípodas de los valores progresistas que usted, señor Caro, se atribuye a sí mismo.