domingo, 19 de octubre de 2008

CAMBIO ASEGURADO, PERO SÓLO UNA SOLUCIÓN

No sé si sentirme halagado o acojonado, halagado porque mis argumentos en el post del 28 de agosto, POR QUÉ PREFIERO A OBAMA, hayan tenido algo de lógica y sentido común, o acojonado porque la CIA haya dado con mi blog.

El caso es que Colin Powell, ex-secretario de Estado de Estados Unidos y predecesor a Condolezza Rice, ha anunciado su voto a Obama, ya ni siquiera apoyo, cosa que aplaudo. Es verdad que desde muchos sectores se puede considerar a Powell un desertor, aunque motivos no le faltan; de hecho, le sobra con uno: la Guerra de Irak, que ya pasó y sigue pasando factura al único partido que ha gobernado decentemente España. Me sorprende muchísimo que en Estados Unidos haya esa libertad de voto y confianza hacia los políticos y entre los políticos. Ya se vio en el plan de rescate de Bush, rechazado a finales de septiembre con la colaboración de buena parte del grupo parlamentario republicano. También es algo normal en Francia, pues durante la campaña electoral el cesante Chirac no supo por quién decantarse, pese a ser del mismo partido que Sarkozy, la UMP.
Aquí en España el único intento que tuvimos de poner a un ministro de gobierno como sucesor al mismo acabó frustrado por un atentado terrorista. Todavía me vibran los oídos o la córnea cuando oigo o leo quién es nuestro presidente por accidente. Rajoy, exministro de Educación, de Interior, exvicepresidente del Gobierno... estaba preparado para llegar a presidente. No pudo ser. Sí lo fue con Sarkozy, exministro francés de Interior; lo fue con Gordon Brown, exministro de Finanzas de Blair.


Colin Powell ha dicho lo mismo que en aquel post de hace 2 meses: que ambos presidentes están preparados para llegar a presidente (quizá McCain tenga más experiencia, eso juega a su favor), pero que ''lo que necesita América ahora, es una persona como Obama, quien se desenvuelve con seguridad y una retórica que lleva puntos a su favor''.


Ojalá lo sea, porque daría un giro inmenso a la política internacional, y lo que es más importante: a la opinión pública internacional.

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