domingo, 27 de julio de 2008

AQUI NO HAY QUIEN DUERMA

¿Quién dijo agosto inactivo? Queria poner de título algo que recordara a la serie de antena3 de tanto éxito y que al tiempo resumiera mi situación en el nuevo piso -o zulo, o casa de yoda, o como se prefiera- que tengo en la Ventilla para vivir este agosto.

Todas las noches duermo en calzoncillos y con la ventana abierta, aunque este verano no está siendo tan insoportable como los anteriores. Total, que al vivir en un bajo y estar mi ventana junto al portal general, siempre me toca escuchar a mis vecinos en mis sueños (sí, nunca llego a desvelarme del todo) volver resacosos a casa, y yo que soy fiel reproducción de director de Radio Patio, me entero de lo que dicen. Ante ayer por la madrugada, una mujer llegó llorando como nunca había oído yo llorar a nadie. Iba desconsolada puesto que el individuo al otro lado del móvil tenía pinta de ser el chico... que la dejaba. Y sé que iba hablando por móvil porque sus lloriqueos desenfundados en palabras casi incomprensibles eran intermitentes, como si dejara hablar al silencio de vez en cuando, cosa que sólo ocurre en la vejez.

Subió las escaleras y tras un parón sin escuchar nada volví a oír, justo encima mía, a la mujer llorando. Parecía una obra de teatro. Lloraba auténticamente y lo hacía con voz desgarrada. ¡Gritaba! a mí se me aceleraba el corazón. Pensé, sin bromas, que encendería el gas de la cocina y aquello reventaría. No sería la primera vez ni la última en un barrio de esas características. Y a mí me aplastaría como al oficinista del piso 81 del World Trade Center al desplomarse éste.

Ayer, cuando recogí al Bosnio en la parada de metro y me lo llevé a casa hasta hoy, que se va a Malta el tío, fuimos a casa y estuvimos viendo la tele toda la tarde. Hacía tiempo que no veía la tele. Me desconcentré cuando oí a la misma dulce voz junto a la ventana de al lado del televisor. Era mi vecina, sentada en la baranda del jardín que acompaña a la acera de mi piso. Bajamos el volumen para cotillear, y ahí estaba ella, mucho más entendibles sus palabras, hablando con una tal Isa, quizá su mejor amiga, sobre qué debía hacer. Decidió por fin mandarle un sms, y estuvo callada unos 20 minutos, quizá planeando un buen mensaje que acabara con el calvario. Esos 20 minutos yo miraba la tele y miraba al cielo, al cielo y a la tele, y me imaginaba cuántas parejas estarían pasándolo igual. ¿Dónde estaba su compañero? ¿qué pensaba él de todo esto? ¿le incomodaba haberla dejado? ¿era consciente de su sensibilidad?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejejjejeje. El amor etílico es muy expresivo...
Lo de etiquetar barato es porque en las búsquedas de google la gente pone gratis, barato y sexo. Si no encuentran un viaje gratis, lo buscan barato y si aun así no tienen dinero, se ponen a ver porno,jajajajja. Para algo ha de servirme el master en e-Business XDDDDD
Aparte, los cursos de Kite en Tarifa son bastante asequibles.
Un abrazo

Silvia dijo...

jajajajajaja pero qué dices, enfermo!!!(con cariño). Voy en carretera, pero en coche.
Vaya, vaya, así que cotilleando a los vecinos jajajaja. Pobre chica...
Bss

ChusdB dijo...

¡Qué real es esta historia y qué bonito lo cuentas!

Silvia dijo...

Gracias por los comentarios, encanto!!!
A mi también me pasa lo de la música. Principalmente pienso en la persona o cosa que mas se asemeja a lo que cuenta la canción y en esa canción es imposible no pensar en la luna de esa forma.
Cuando me ponga a contar las estrellas tampoco me olvidaré de contarte a ti, guapo.
Muchos besos.