Reflexiones generales, algunas en español sobre Alemania y el resto en alemán sobre España
miércoles, 26 de septiembre de 2012
MIS PROFESORES FAVORITOS (II): AGUSTÍN MARTÍNEZ DE LAS HERAS
Madrileño de verdad porque de entre las miles de cosas con que te sorprendía este profesor de Historia del Periodismo Español, estaba sin duda su amplio conocimiento transversal e intergeneracional de la vida, la literatura, el periodismo, la Historia y hasta la urbanización de la capital; y de las celebridades de la misma.
Un personaje misterioso, tampoco hay duda, que nunca sabías cómo aparecería ni con qué frase daría el punto de partida a la clase; pero sobre todo una persona educada, con lo que esa espera, esa ansiedad por desvelar cómo arrancaría la clase nunca se empañaba del miedo a que a uno le interpelaran seca, fríamente o simplemente de mala gana. Era ante todo un colega, una figura cuentacuentos que no se sentaba en la rama de un árbol o en la cima de una colina, sino que permanecía de pie, frente a un atril que no usaba ningún otro profesor en la facultad y que él cogía con sus propios brazos cuando aún los estudiantes se desperezaban y relajaban después de la última clase. Pero era un cuentacuentos aun distante.
Aunque solía darle juego a las bromas, de repente las cortaba inesperadamente, sonrisa mediante y mirando a sus papeles, con un ''BUENO'' que atronaba las ventanas de la parte posterior del aula.
Nunca olvidaré frases y actividades made in De las Heras. El primer aserto, poco después de revelarse como un espíritu que nos dejó a todos helados, entrando por primera vez en el aula: ''Buenos días... ¿No responden? No soy un ogro, eh?'' Obviamente conocía su fama de duro. Poco después nos hizo escribir en un papel qué era para nosotros el periodismo, y qué querríamos hacer en el futuro. Tras leerse bastantes hojas de corrillo, nos dijo a todos que éramos unos cursis. Y con razón, para lo que un servidor también había oído.
Tampoco se me va de la memoria la excursión que hicimos a la Biblioteca Nacional, en noviembre de 2009. Era la primera excursión que hacía yo en la carrera, y estoy hablando de cuando cursaba Cuarto. Pretendía que todos nos hiciéramos socios para que, a la hora de investigar para un trabajo largo y laborioso (y esa hora era todas las semanas), tuviéramos una fuente más que fidedigna. De las Heras se definía como un ratón de biblioteca, que no se azoraba para dejarnos perlas del tipo ''yo leo cualquier papel que me encuentre... por la calle me agacho, le quito así un poco la mierda (sic) y me lo leo. No como ustedes hoy en día, que son más de viva la pepa, de oooiiighhh, aiighhhh''. Esta era la onomatopeya preferida del profesor de Historia para referirse a la juerga de la generación a la que aleccionaba.
Políticamente hablando, yo ya me caí del guindo. Algún fallo debía tener alguien tan ilustrado. Y no era su ideología, que al final siempre hay que respetar, sino su muchas veces indisimulado partidismo, o antipartidismo, concretamente anti PP. A medida que avanzaba el curso, allá por la primavera casi verano de 2010, tras los famosos sucesos de mayo, empezó a llamar a Zapatero ''cadáver político'' y lo repitió dos veces más, y no sé si lo hacía para compensar tantos desahogos previos o porque también él ya entonces se había caído del guindo.
Siempre me quedará la duda, sobre todo ahora que llevo casi un año fuera de España y en el país arrecia la rebelión y el caos en la calle, de si De las Heras apoyó el movimiento del 15-M y todo lo que ha venido sucediéndolo. Pocas dudas me quedan de que sí. Para él, lo más indignante de nuestra sociedad era el inmovilismo de los jóvenes ante la injusticia o el mal gobierno, la incredulidad de que, con todos los privilegios con que contamos ahora, no nos diera por valorarlos o aplicarlos correctamente.
Le deseo muchos éxitos y muchos años más en la docencia, y, si la oportunidad se me pone por delante, me encantaría volver a una de sus clases como libre oyente.
jueves, 7 de abril de 2011
PUERTO HURRACO EN BRASIL
miércoles, 2 de marzo de 2011
ESPAÑOL
Nada menos que en Kuala Lumpur. Hoy me doy un rodeo en Facebook y observo que, con esa nueva herramienta en la que uno selecciona las lenguas que habla, casi todo el mundo tiene, además del omnipresente inglés, la lengua española en su bagaje. Pero es que en la ciudad en la que vivo, Bamberg, el español es claramente mucho más popular que el inglés. Casi todos hablan inglés, sí, pero yo diría que uno de cada dos estudiantes saben un español decente.
Esto me resulta sorprendente, pero mucho más atractiva se me presenta la interpretación de este hecho. ¿Está ganando importancia el español? ¿Tiene influencia la oleada de canciones latinas que entran en Europa? ¿El Mundial de España en Sudáfrica? Incluso... ¿El hecho de que los españoles sean nefastos en idiomas y por eso, a falta de que nosotros nos lancemos a aprender otros idiomas, sea el resto de la población mundial la que emerja en nuestro rescate?
lunes, 17 de enero de 2011
ENCOURAGING
Cada día aprecio más la labor pedagoga de Cristóbal, mi profesor de Matemáticas en Bachillerato, allá por los años 2003/2004. Creo que fue el mejor orientador universitario, pese a que tuvimos a una miembro del colegio destinada ex profeso a prepararnos para la entrada en la Universidad y, con ella, en un nuevo ciclo de nuestra vida.
Entre inecuaciones, matrices y circunferencias, Cristóbal pegaba bufidos los viernes y nos hacía ver -al menos a mí, siempre despierto- que en la vida no todo era diversión, y que el respeto también contaba. El alboroto ciertamente le agotaba. Nos quería enseñar que teníamos que hacer un esfuerzo, porque vivíamos en un país con futuro, no en Tanzania -siempre el mismo ejemplo-, y que nuestros padres estaban pagando una educación.
Una mañana de 2004 recibí la nota de un parcial. Era un 4. Me puse triste, pero el colmo llegó en su despacho. Él trataba de explicarme que no estaba tan mal, que eran pequeños fallos que, como siempre en matemáticas, arrastran resultados erróneos. No sé cómo ocurrió exactamente, pero me puse a llorar, clamando que mi padre se estaba gastando un dinero en la academia, y que había servido de poco. De repente se le iluminó la mirada, sus gafas parecieron agrandarse, y con alegría contenida me dio un nudge en el hombro y me dijo que no era común que un alumno pensara en los esfuerzos de sus seres queridos, que ése ya era un buen paso. Semanas más tarde saqué un 8.
lunes, 10 de enero de 2011
YO ECHÉ UNA MONEDA A UN VENDEDOR DE HUMO

Esa noche di por primera vez en mi vida dos euros a alguien en la calle. Se los merecía. Por su espontaneidad al presentarse ante nosotros pidiendo fuego cuando en realidad lo que quería era desplegar sus trucos de magia; por ponerme una pelota de goma en la mano y que con un toque de barita (en realidad era mi propio boli, que le dejé) me aparecieran de repente dos; por hablar tres lenguas perfectamente; por la educación, en resumen, y su destreza para entretenernos en un pueblo en el que lo máximo a lo que podíamos aspirar era un Glühwein a temperatura bajo cero.
Resulta que este mago es un espíritu que vaga por las calles de Bamberg buscando audiencia.
sábado, 8 de enero de 2011
LA MIRADA DE LOS ARGENTINOS

En pocos países he visto el encanto con que me trataron en Argentina. Desde que pisé el aeropuerto, nadie me atendió crispado o cansado de trabajar, todo lo contrario. La agente de aduanas, tuteándome; el encargado de los taxis del aeropuerto, un guaperas con ojos de tiburón que los clavaba con desafío de seducción; el taxista, un charlatán que empezó a serlo sólo cuando vio que le dábamos conversación; y los conserjes del hostal, dos jóvenes que te hacían sentir como en casa, solo que a 12 horas de vuelo de tu país. A todos ellos les unía una forma de devolver las gracias: ''No, ¡por nada!'', como queriendo decir, ''sorprendido me dejas, ¡si no las merezco!''.
El trato de los argentinos con uno es espléndido, porque espléndida es la mirada que nunca bajan. Ni el estrabismo de Néstor kirchner parecía distanciar sus ojos de su interlocutor.
Por eso, mi estancia en Buenos Aires fue una mezcla de varias impresiones. Me recordaba mucho a España por su decadencia, por la suciedad de las calles, las pintadas, las quejas de la gente aderezadas con la inmovilidad, por la picardía de sus gentes, por las cabinas de Telefónica subidas a la acera. Por la noche, Buenos Aires era prima hermana de Madrid, por el recorte de los edificios con las sombras y luces de un crepúsculo de temperatura templada y barrios de movida. Al mismo tiempo me recordaba a cualquier otra capital de Europa, por la educación y amabilidad de la gente, siempre dispuesta a ayudar. Pero sin darme cuenta, estaba en el Cono Sur de América.
viernes, 3 de diciembre de 2010
LA PROPIEDAD
Hete aquí la importancia de la propiedad. La propiedad garantiza el derecho de honor. Pero también otras muchas cosas. En una entrevista que hice a Carlos Alberto Montaner en septiembre de 2009 con motivo del reportaje de Intereconomía sobre el 50 aniversario de la revolución cubana, el periodista exiliado me contó que las revueltas estudiantiles de los 60 y 70 en España se fraguaron gracias a que Franco había concedido a la universidad el rango de institución privada. Añadió que es algo que se diferencia de las ''dictaduras de corte marxista'', donde todo está totalitarizado, estatalizado.
La libertad, la propiedad, engrandecen al hombre. Le dan libertad. Lo demás es todo ruido de cadenas.
martes, 16 de noviembre de 2010
PENÚLTIMAS VOLUNTADES
La fugacidad de la vida se aprecia en el trato que uno mantiene con sus padres; o mejor dicho, en el trato que los padres mantienen con uno. También se vislumbra así el amor que irradia en ellos. ¿Qué llevo a Juan Ramón Jiménez a preocuparse con existencialismos que florecieron apenas de adolescente? ¿Por qué tan pronto relacionar el mar con la muerte?
En algunas ocasiones, mi padre ha llevado a cabo acciones que han revuelto mi fuero interno: ¿se está despidiendo, tan pronto? Favores que uno hace cuando envejece, supongo, cuando ve que sus hijos están en una flor de la vida que aún no ha dejado de ser capullo.
Lo mismo con mi madre. Hace poco, sin ir más lejos, me confesó qué pensaba hacer con su herencia para cuando desapareciera. Aunque sabes que la ley natural aún no les toca, ciertamente te entran remordimientos. Llegas a sentirte hasta culpable.
domingo, 24 de octubre de 2010
EL TUENTI ES LO MÁS PARECIDO A LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Si antes de la llegada de Internet ensayábamos nuestras cualidades latentes de estadistas con el Risk, divertido juego de mesa en el que el objetivo es la conquista del mundo, con la caja tonta 2.0 tenemos esta herramienta, Tuenti, que bien podría pasar también por simulador de diplomacia.
Si yo, RGG, me considero España, por ejemplo, he de saber que mis 200 amigos, en realidad, no lo son tanto. De hecho, en el último año habré hablado largo y tendido con 10 de ellos, como si se tratara de una preferencia política. El resto de los ''amigos agregados'' guardan una relación conmigo, en efecto, como la que pueden tener Italia y Mozambique, Indonesia y Guatemala, Bielorrusia y Burkina Faso.
Si un día me da por bloquear a un buen amigo es porque sólo se pueden tener fricciones con buenos amigos, con aquellos con los que has conservado buenos lazos a lo largo de la Historia. Ejemplo: Colombia y Venezuela. Bloquear hoy día a un contacto en Tuenti es lo más parecido a las amenazas de Chávez de retirar al embajador de Bogotá.
Si no invitas a alguien a un evento, pero sí a otros, aquel alguien puede sentirse ofendido y en cierto modo necesitado de una silla, como le pasó a Zapatero con su asiento de invitado en el G-20.
En fin, el Tuenti como metáfora del Poder mundial.
sábado, 23 de octubre de 2010
CAMINANTE: SE HACE CAMINO AL VOLAR


Yo sin embargo disfruto de lo lindo dentro de un avión. Especialmente si el vuelo es transatlántico. Hay varias razones. Empezaré por la causa obvia de que no se viaja en avión todos los días, ni todos los meses. Que cruzar el charco es casi un privilegio.
Este tipo de vuelos lo tiene todo preparado para calmar la paciencia de los viajeros. Películas, dos ligeras pero apetecibles comidas en total y, dependiendo de la compañía, paseo continuo de bandejas con vasos de zumo. Durante una parte sustancial del viaje, además, se cierran por orden del comandante todas las ventanas, para que prime el derecho de la mayoría a un sueño que, con la ayuda de la oscuridad, le libere del aburrimiento y la ansiedad.
A esto se añade el morbo de tener 10 kilómetros abajo todo un océano, que a su vez es kilométricamente profundo, con miles de especies por descubrir. Pero para especies, las que comparten habitáculo durante casi medio día. Empiezas a descubrir el país que vas a visitar cuando te montas en el avión que te lleva a ese destino. Por ejemplo, el año pasado, antes de salir de Madrid a La Habana, con el barullo de tantas familias cubanas, ya casi me sentía en un lugar dictatorial sin seguridad jurídica cuando el aeroplano había procedido al taxi en Barajas.
He hablado de Madrid y de La Habana. Pues bien, aparte de la historia, está la Historia con mayúsculas: si el océano no tiene nubes, cosa rara, uno puede observar las aguas en calma, o turbulentas pero tan lejanas que parezcan en calma. Si tampoco hay petroleros o modernos cargueros que distraigan el vuelo de la imaginación, uno puede colocar, como por arte de magia, las Tres Calaveras, y preguntarse de repente: ¿cómo pudieron llegar? ¿Ocho horas yo aquí metido, con toda la paciencia del mundo, y ellos casi medio año? La Historia sigue: tiene su toque romántico el hecho de despegar de España, una tierra antaño de reyes, exploradores, descubridores y mentores, hogaño con Gobierno socialista, y aterrizar en un país -pongamos Cuba- con estructura directamente socialista, 500 años después de haber sido descubierto al mundo civilizado, como también sus hijos fueron descubiertos con cara de póker ante la llegada de gentes con una cultura avanzada y ninguna sincronización.
domingo, 17 de octubre de 2010
RESPONDER A UN DESCONOCIDO

Yo llevaba mi bicicleta por la acera y paré en un semáforo que, a las 22:00, estaba cerrado para los peatones. Al otro lado de la calle, un grupo de cuatro jóvenes (como siempre los valientes van en grupo, especialmente si hay féminas en él) hizo un gesto despectivo a ambos lados de la calle, en un aspaviento que en realidad se regocijaba de la ley, y cruzó en dirección a la acera en la que yo estaba. Yo seguí esperando hasta que el muñequito verde se encendiera. Seguía, en definitiva, el ejemplo alemán, el de una sociedad que aún no ha llegado al relativismo absoluto.
Cuando estaba a menos de dos metros de mí, el más gordo de ellos me gritó: ''¿Eres el más rápido de nosotros y te quedas quieto?'', como si dijera subrepticiamente: ''¿Cómo puedes ser tan pringado, si encima tienes una bicicleta?'' El Amo del Universo, como lo llamaría Tom Wolfe, sólo recibió de mí una leve sonrisa condescendiente, pero cosechó las carcajadas de sus acompañantes, lo que me llevó a pensar que no había entendido la totalidad de la frase.
Después de haberle sonreído, pensé si no hubiera sido mejor no mirarle, siquiera dirigirle la mirada. Hacer como si pasara o no entendiera. También pensé en la idoneidad de haberle hablado en español y aprovechar que no me hubiera entendido para decirle de to menos bonito.
No sé, sinceramente, qué es mejor hacer en estos casos con estos invasores.
viernes, 15 de octubre de 2010
DIARIO DE UN RESUCITADO

miércoles, 6 de octubre de 2010
MATAR A UN GUSANO

martes, 7 de septiembre de 2010
SANTA PAULA

miércoles, 25 de agosto de 2010
ACUMULACIÓN DE DISGUSTOS
La felicidad, por tanto, está en luchar cada día, espada y escudo en ristre, contra estos malos momentos. Podemos ignorarlos, podemos reírlos, podemos obviarlos... pero, ¡ay! la memoria...
domingo, 15 de agosto de 2010
NOSTALGIA, LO PEOR DE LA MENS SANA
martes, 10 de agosto de 2010
MADRID SE HUNDÍA...
El piso en el que vivo en Bamberg se me antoja utópico en Madrid. Miento. Debe haberlo, pero detrás de él, una cola paralela a la del INEM. Eso es España, coño. Y ahora, pensando (para variar), me he acordado de los tres últimos meses en la capital de mi país. Desastre total. Pagando lo mismo que pago ahora, tenía una habitación y compartía un cuarto de baño con ocho personas. Casi no tenía intimidad, y en los lúgubres desvelos de los viernes noche, el calor siempre iba de la mano del llanto del niño de la casa, dos elementos que me hundían más en la tristeza, la melancolía y la duda: ¿qué he hecho mal? ¿por dónde debería haber empezado?
Ahora me convenzo, cada día más, de que aunque no soy un corredor muy destacado, la pista de atletismo en España tiene muchos baches, y nadie se ocupa de ellos. Me encanta Alemania.
miércoles, 4 de agosto de 2010
LA DESVALORIZACIÓN DE LA SONRISA

Sí, era molesto. Y además, la mujer en cuestión estaba atentando contra el valor de la sonrisa. La cotización de unos labios estirados estaba por los suelos en el parqué madrileño, en Frankfurt y en Tokyo a las 14:00 horas ayer. Precisamente la sonrisa está para mostrarse de manera natural y espontánea, siempre con un motivo concreto (cruce en un camino, intercambio de dinero, indicaciones para ir a un lugar...). No al abuso de sal, no al abuso de la sonrisa.
lunes, 26 de julio de 2010
EL CAMINO CORRECTO

Por eso, a veces, jode tomar decisiones solo. Pero hay que hacerlo. Como Harrison Ford, que en El Fugitivo se saca una bala y se pone los ungüentos sin ayuda alguna. Escoger el camino correcto puede llevar a veces a un verdadero festín cerebral. Uno empieza a sopesar las ventajas y los inconvenientes de cada opción, y gane quien gane, siempre pierden las neuronas.
Ayer tomé una decisión difícil. Fue como cerrar una válvula que llevara abierta temporalmente tres meses. Antes también la había cerrado. En total, tres ajustes con la llave inglesa. ¿La definitiva? Todo dependerá de las malas hierbas, que tienen la ruin costumbre de crecer en el camino que ya hemos hecho al andar.
sábado, 24 de julio de 2010
MARK TWAIN, DE LA LIBERTAD A LA SOLEDAD

La libertad, según he aprendido hace poco, consiste en nadar a contracorriente. Tanto Aldous Huxley en su Un mundo feliz como Tom Wolfe en su Soy Charlotte Simmons lo dejan claro en su mensaje. Pero nadar excesivamente a contracorriente acaba alejándote de las ideas y gustos mayoritarios, lo cual, a medio-largo plazo, acaba siendo dañino. De la libertad pasas rápidamente a la soledad. Aún así, creo que es posible enderezar el rumbo y ser especial sin necesidad de ser raro. Tener tu puntito de originalidad sin que la sociedad en masa te aisle y margine. Lo creo, de verdad.