sábado, 28 de marzo de 2009

LAS 300

300 entradas ya de blog: todo un guerrero.



No salí a las 15:00, pero lo prometido es deuda.

miércoles, 25 de marzo de 2009

LA PATATA CALIENTE

''Todos los políticos son iguales'', se suele escuchar en los bares, cafeterías, reuniones del profesorado, comilonas de familia, etc. ''Sí, pero unos más que otros'', respondería Aznar, tajante, cuando una vez fue preguntado por si ''todos los españoles eran iguales''.

No le faltó razón. Muchos escritores, periodistas e intelectuales varios tuvieron que acudir al socorro del entonces presidente, para que la Nueva Burguesía tuviera sus dificultades a la hora de gangrenar el rumor de que para Aznar, unos por nacer en determinadas condiciones son menos que otros. No, señor. No es eso. No es nacer, sino crecer: aprovechar las oportunidades que ofrece un sistema de bienestar sin distinciones. Si tú estudias Ingeniería y apruebas, ganarás 5 veces más que un periodista que apruebe, porque hacen falta más ingenieros que periodistas. Eso es de cajón. En esto está de acuerdo hasta la izquierda.

Pero a lo que íbamos. Circula desde hace años una especie de patata caliente en el círculo político, también social, que brota de los campos de Castilla y se esparce por el litoral para repartirse por todas las islas, ciudades autónomas y el resto del país. Zapatero no para de repetir algo que estará en su lógica política hasta que abandone la Moncloa: ''atravesamos una fuerte crisis internacional, debido al derrumbe del sistema financiero en Estados Unidos; en cuanto se recupere, saldremos adelante''. Independientemente de que alguien crea que un país puede recuperarse con un ritmo de 120.000 parados al mes, el presidente del Gobierno también echa mano de sus 'logros', para no asustar al personal. ''Señor rajoy, le recuerdo que este Gobierno [se lleva las manos al pecho] ha alcanzado la menor tasa de paro de la Democracia, un 8% en 2006.'' Y aquí está la patata caliente. ¿Cuando hay 8% de paro es gracias al Gobierno, cuando hay 15% es culpa de Estados Unidos?

Los españoles, aletargados, han visto la explosión de una burbuja inmobiliaria, pero han sido incapaces de oír el estruendo de la patata caliente. Ha reventado. Y ha reventado en manos de Zapatero, por más que no quiera aceptarlo. Es la patata caliente de un modelo económico que hace años nos trajo riqueza y que ahora nos lleva a la más absoluta miseria. ¿Cómo puede adaptarse ese modelo a la situación real del mercado? No soy economista, ni me las quiero dar de tal, pero todos los expertos hablan de 'reformas estructurales', o sea abaratar el despido, o sea algo que no llegará a menos que haya un cambio de gobierno. Y entonces, la Huelga estallará. Y entonces, habrá una fuerte destrucción de empleo que será acompañada de inmediato por la creación del mismo: las empresas sanearán sus cuentas (con la ayuda de incentivos y subvenciones) y podrán empezar a recomponer sus plantillas.

Más fácil de entender: podremos empezar a surfear en esa ola que es el ciclo económico. Naturalmente, hay ciclos malos, pero hay que saber surfear en esos ciclos. Y a Zapatero la ola le ha estallado en la cara; da vueltas en el fondo marino, no tiene ganas de subirse a la tabla y aunque se suba verá en una mano la burbuja reventada y en la otra un tenedor de madera con un hilillo amarillo, tipo tampón, colgando y sin darle el suficiente oxígeno para mantenerse en pie.

sábado, 21 de marzo de 2009

GOMAESPUMA DE LÁGRIMAS

El vicefiscal del distrito y el juez más afamado de Nevermore Ville estaban detrás de la cabecera de la cama. No, no estaban aplastados contra la pared; es que la cama se situaba justo en medio de la habitación de aquel pequeño hospital, si no ambulatorio. Los padres sollozaban bajo el televisor que colgaba de una de las esquinas del cuarto, sentados en unas sillas azules con magulladuras que dejaban brotar la gomaespuma amarilla.

-Esta criatura tiene que morir -dictaminó el más alto de los jurisconsultos.

Mientras el padre, pálido, casi no entendía -ni comprendía- las palabras del juez Kill Dills, asintió brevemente en dirección a su esposa, que cruzaba las piernas en una posición que en circunstancias normales le hubiera resultado incomodísima. Estaban de acuerdo en acabar con el sufrimiento de su pequeña Veronika.


La joven Veronika, de 18 años cumplidos en coma, había tenido un comienzo de vida inmejorable. Había logrado entrar en Filología Noruega, recién estrenada en la famosa Universidad Queenton. Tenía un novio guapo -el más deseado en toda Nevermore Ville-, responsable y siempre a su lado. Él murió en el accidente, pero ella había logrado salir con 'vida'. Ahora sus lágrimas, riachuelos de unas mejillas que podían pasar por oteros nevados, parecían pedir la vuelta a los brazos de su chico. ¡Quiero ver a Pete, quiero ver a Pete!, podía leerse en la sentencia de Dills, que obligaba la aplicación de la eutanasia, la primera en aquel pueblo. Todos interpretaban que quería morir. Pero su madre, siempre con las piernas cruzadas, tenía un halo de esperanza. Y no lo perdió hasta que todo el líquido verdoso entró por el brazo de Veronika que todavía no había recibido todas las vacunas de la adolescencia.

-¡Lloraba por nosotros! ¡lloraba por nosotros! -se desgañitaba la mujer, sofocada y aprehendida por un sudoroso sheriff.

viernes, 13 de marzo de 2009

La crisis empieza AHORA

Acabo de ver algo que no veía desde comienzos de siglo, cuando el país todavía soportaba los tsunamis de delincuencia derivados del maremoto de paro que empezó a cercarse en 1996.

Esquina Fernando el Católico con Arcipestre de Hita, Madrid. Desde luego, lo que voy a contar tiene mucho de épico y medieval. Pero no me considero un juglar. Es algo muy serio. Un joven sale corriendo de una tienda a grito pelado, ''¡el móvil! ¡el móvil y la cartera! ¡Policía! ¡Policíaaaaa!'', le dio tiempo a gritar mientras cruzaba la atestada avenida del Buen Amor. Todo el mundo paralizado. Aquellos gritos parecían invocar el juego del pollito inglés. Al fondo, muy al fondo, una mancha negra: el malo.

30 segundos después, mientras yo me arrepentía de llevar un pantalón de dril que no hubiera sabido guardar mis pertenencias en un frenético carrerón, aparecieron dos municipales en moto que patrullaban, casco y gafas tapándoles la cara, sin tener ni puta idea de lo que ahí había ocurrido medio minuto antes. Me acordé más que nunca de lo que siempre ha dicho mi padre: ''La policía siempre, siempre tiene que ir a pie''. 12 segundos más tarde, una Picasso (aclaración para lector@s de las comunidades históricas: vehículo de la Policía Nacional) con dos agentes que se lo pasaban bomba 'apatrullando' la capital se detuvo ante un gesto mío: Oigan, hace un minuto ha salido corriendo un tío con una cartera. ''¿Sí?'' Sí. ''Gracias''. Brumbrummmmmmm, bruuuuuuuuuuum.

Señoritas, señoritos, la crisis del paro no ha acabado. Pero la crisis del bolso, la luna del coche, el portátil, el mangueo del metro, la estampita, las cadenas de oro, podemos decir que ya se ha asentado. Por culpa de unos pocos, muchos se han quedado en la calle. Pero por culpa de los que se han quedado en la calle, todos, y digo todos, vamos a saber a partir de ahora lo que es bueno.

miércoles, 11 de marzo de 2009

DE ACUERDO, PERO NO MÁS REBAAAAAJAS

Es lo que decía el genio de Aladdin, disfrazado de oveja, inmerso en la negociación de los 3 deseos. A mí me habéis bastado vosotras (no soy ningún gigoló, es que se da la circunstancia casual, la casualidad circunstancial, el solsticio azaroso que diría Torrijos, de que sólo sois mujercitas las que entráis a firmarme) para volver a escribir pese al último suspenso definitivo y pese a su revisión, infructuosa.

Vuelvo a escribir con la potencia que me dio el touareg... perdón, con la potencia de un Volkswagen Touareg. Tengo la fuerza de un osito de chocolate... ¡que diga!... la barba sansónica de un plantígrado, ya saben: ''el hombre, mientras más oso, más hermoso''.

Y perdón por el descarado abandono.

viernes, 6 de marzo de 2009

CERRADO POR DERRIBO

Yo tengo -o mi ego tiene, mejor dicho, si pretendo aliviar mi egocentrismo- la puta y sucia manía de mirar el tablón de notas e interpretar un SS como sobresaliente. Ya el año pasado gocé de muy buenas notas. Pero SS no tiene nada que ver con un sobresaliente, ni con camisas pardas. Es un suspenso. Y se trata del tercero. Echo el cierre al blog, quizá semanas, tal vez meses.

De aquí a junio, la única luz que voy a ver será la del flexo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

VENUS: REINA Y DIOSA A LA VEZ

Eugenia y yo quedamos ayer, de nuevo, en un desperezo pos-clase-de-francés. El sitio: nada más original, Burger King. Nos encanta pedirnos nuestras patatas -gigantes- y vasos de agua gratuitos, esos de papel grapado de cumpleaños, para charlar.

Como siempre, despotricamos contra el idioma de Durkheim por su dificultad, por su facilidad de trabarnos la lengua. Mucho hablamos también, como siempre, de la situación laboral. ''Esta todo fatal'', me dice con un cerrado acento gallego que parece añadir tres as más en la oclusión de la última palabra.

Pero ayer parloteamos, sobre todo, de amor. Amor en tiempos de crisis, podríamos haber titulado el capítulo tubérculo. Nuestras situaciones son bien diferentes: yo, 21; ella, 11 más. Me libro de la prohibida confidencia. Yo, estudiante; ella, parada. Y ayer coincidimos en muchas cosas, bañados en la camaradería feliz y el brindis de los vasos aguados de cartón.

El precio de yo escucharla a ella fue que ella me contara cómo era la vida en un vestuario de mujeres (ella había ido a nadar aquel día); por supuesto, me llamó varias veces enfermo, pero sentía mucho interés por saber cómo vivían las vergüenzas en territorio mujer. Lo que yo pagué por que me escuchara fueron las patatas. La conclusión unánime: Lo que importa es el interior, pero tiene que haber una atracción mutua apoyada en el físico; sólo hay cuatro pelagatos que combinen belleza exterior con encanto interior, y desgraciadamente, ''las petardas siempre acaban con los mejores partidos y viceversa''.

Varias horas antes de nuestra noche de puesta en común, cuando veía Los Simpsons, me acordé de aquello que siempre nos ha dicho nuestro profesor de Historia: ''Todo está en los Simpsons''. Un musical amarillo cantaba para toda la familia: ''I learned the truth at seventeen, that love was meant for beauty queens''.

domingo, 1 de marzo de 2009

PLANETA ASTURIAS

Asturias, 2012. Esta entrada puede que le interese especialmente a Silvia. Pero que no se deje engañar por el título. No voy a hablar de su querida Asturias; la verde, la escarpada, la alonsina. Quiero hablar de la Asturias de Acción Mutante (1993), una película de Álex de la Iglesia con unos efectos especiales y una mezcolanza resultante de La vida de Brian, Mortadelo y Filemón y Star Wars que me hicieron pasar ayer, pese a la mala calidad del argumento en sus 90 minutos, un momento francamente bueno. Hacía tiempo que no me reía.

¿Digo mala calidad del argumento? Allá donde esté Santiago Segura, la sinopsis es lo de menos. Y Torrente estaba, aunque con otras formas. Sinceramente, entre las maneras de Segura y el carpetovetónico Resines con aires de Robocop, mis risas tuvieron que llegar al cuarto piso de mi bloque sin ascensor. Ya sabéis, chic@s, quien quiera llevarme al cine, que me lleve a una película original, como ésta.

¿El mejor momento? Fernando Guillén alterado: ''¿Es que no lo entiendes, insensato?'' Y quitándose las lentes mineras: ''¡En Planeta Asturias no hay mujeres!''