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miércoles, 6 de abril de 2011

LAS GAFAS COSTARON CUATRO EUROS

Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Sobre todo si el objeto en cuestión te costó sólo cuatro euros. Trato de consolarme de cualquier manera posible para no llorar por unas gafas que compré en Cagliari el viernes por la noche y que me dejé olvidadas en un autobús de Fráncfort del Meno. Una de las autocompasiones es que lo pasamos bien a la hora de comprar los cinco pares de gafas en total (20 euros) a esos vendedores ambulantes de la Via Largo Carlo Felice que provenían del Sudeste Asiático. El regateo y las risotadas bien merecieron unos cuatro euros que hubiera pagado cualquier psicoterapeuta. Otro consuelo fue el hecho de que las llevé encima de la cabeza prácticamente hasta el domingo por la mañana -vamos, que las aproveché-, incluso por la noche, por lo que pude amortizarlas aunque las extraviara tan nuevas que estaban y con la etiqueta recién levantada. El problema vino cuando, ya en el autobús, el domingo por la tarde, las gafas me empezaron a incomodar al dormirme apoyado sobre el cristal. Y como nunca llevo gafas, ni siquiera para conducir, pues lo que no valoramos siempre lo dejamos tirado en el arcén. Pero aún así es una sensación muy desagradable, aún así, la de perder algo que te gusta, o que en algún momento de tu vida te gustó. Seguiré buscando consuelo en los próximos días.

sábado, 12 de febrero de 2011

TIEMPO DE SOÑAR

Quiero dedicar mi entrada número 500 al tiempo. Pero no al cronológico, que a ese ya han ido muchas reflexiones consagradas a lo largo de estos cuatro años. Al meteorológico. Resulta que en los últimos tiempos consulto con fruición desmesurada la página Daswetter.de, para ver el pronóstico del tiempo. La obligación de llevar neumáticos de invierno en días en los que las condiciones no acompañan me hace estar pendiente de las previsiones actualizadas.

Pero, horror, el tiempo no siempre acierta. Cuando uno se va demasiado lejos, a la semana siguiente, para ver las probabilidades de sol, nieve, lluvia... sólo encuentra ilusiones. Las probabilidades son casi nulas. Y entonces aquí entran las expectativas del interesado. Vamos a cruzar los dedos, me digo, para que haga buen tiempo. Empiezo a soñar, como queriendo conjugar la mejor de las atmósferas.

martes, 23 de noviembre de 2010

PACIENCIA

Al principio, exponencial. Después, en una línea quebrada que apenas asciende.

viernes, 1 de octubre de 2010

SINOPSIS DE UN LIBRO NO ESCRITO

Mientras Daniel disfruta de una beca erasmus, su madre sigue alojando como cada año a estudiantes americanas en su casa por un pellizco que ayuda a tirar para adelante. Una de ellas, Megan, espera la llegada de su madre, que estará unos días en Sevilla para visitar a Megan y de paso los ajardinados rincones de la capital hispalense. Su padre, al enterarse, forzará un viaje a España para ver a su hija, y de paso buscará el perdón de la mujer con la que convivió durante tanto tiempo antes del divorcio. La jugada servirá a Daniel para darse cuenta de que nunca es tarde para seguir luchando.

miércoles, 9 de junio de 2010

AMAR EN LOS TIEMPOS DEL TUENTI

Conectarte. Ver si está conectada ella. Averiguar cuáles son sus planes para esta tarde, y con quién ha quedado. Saber qué amigo o amiga está más próximo a ella en tal momento. Ver cuánto hace desde la última vez que se conectó. Hacer cuentas... Esto no pasaba con el Messenger.

Acabas controlando su vida, y te crees que su vida te pertenece. También crees que son tuyas sus fotos, su perfil, las páginas a las que se adscribe, sus amigos y sus frases, su estado, sus nicks y sus poses. De repente crees que tienes mucho en común, pero te das cuenta de que el ritmo es diferente. Ella es vivaz, alegre, carpe diémica, sociable, triunfadora, guapa, exigente, dura, cruel, maravillosa. Tú en cambio te conviertes en una rata hurgadora, y devienes en aquello contra lo que tu profesor favorito, tu consejero, te advirtió: un fofo que pierde el tiempo frente al ordenador.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡400 ENTRADAS!, ESTO HAY QUE CELEBRARLO, HOY... ''GEO MOTERO''

Alex Vázques eructaba y se rascaba donde la espalda pierde su nombre viendo el España-Francia del miércoles cuando, de repente, el timbre de la puerta le sobresaltó hasta el punto de tirar la Heineken sobre su ya sucia alfombra.

El corazón se le aceleró como las jugadas por banda de Puyol y su reacción fue de unos reflejos tan impecables como los de Iker Casillas. El timbre volvió a retumbar su estudio. Vázques cogió los paquetes de heroína de la mesa y los puso bajo el sofá, fue hacia los fajos de billetes de 100 euros, situados en la encimera de su cocina americana, tan hortera, y se dirigió a la puerta. Se humedeció la misma mano que se había estado rascando la rabadilla para peinarse un poco, y dio su peculiar escrutinio del pasillo a través de la mirilla, para asegurarse de que lo que veía no era una pesadilla. Pero... allí estaba él, uno de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (G.E.O), con su casco perfectamente a juego con la chaqueta, y apoyado sobre la puerta del cuchitril de Vázques.

Le iba a dar un infarto a nuestro protagonista. La Policía le había catado justo cuando España iba ganando 0-1. Volvió a dar un repaso al piso, hizo que pareciera el hogar de una inocente familia y el timbre empezó a impacientarse, o mejor, el GEO en cuestión. ''Vaya mierda de GEO, llamando a la puerta'', pensó ingenuamente Vázques. Todo con tal de calmar su nerviosismo.

Se acercó a la puerta y gritó, con un par: ''No tengo nada que ver con la pasta'', y abriole la puerta casi llorando.

-Y a mí qué me importa, le traigo la hawaiana con masa clásica. ¿Me paga ya o espero otros cinco minutos?

Relato con Copyright 'Merce'.

domingo, 10 de enero de 2010

¿PUEDO JUGAR?

A veces, en mis infinitas horas de reflexión profunda, me pregunto si no hubiera sido mucho mejor haber nacido algo más pobretón y haber rodado un poco menos por el mundo. En mis cavilaciones para encontrar la felicidad perfecta me aseguro a mí mismo que si, por ejemplo, no me hubiera trasladado a Madrid con 20 años para estudiar Periodismo o mi padre no me hubiese llevado a Sierra Nevada todos los inviernos de mi vida; o incluso si éste no me hubiera pagado el viaje a Alaska en 2004 ahora sería probablemente uno de los jóvenes de 22 años más felices de Sevilla, porque habría visto nevar por primera vez en la ciudad en que nací, que, valga la redundancia, también habría visto nevar por primera vez en 100 años. Y con un poco de suerte, habría acudido al acontecimiento del brazo de una novia estable fruto de mi estática sevillanía.

Pero no. Decidí en su momento ser el español de 17 años más feliz del mundo al viajar por mi cuenta a las montañas nevadas de Anchorage en pleno agosto de 2004. Decidí también labrarme un futuro próspero al mudarme a Montreal poco después de la selectividad. Y decidí otras muchas locuras antes de tiempo, según compruebo ahora.

¿Que qué es lo que compruebo ahora? Simplemente compruebo una felicidad inédita y barata en los rostros de los demás, de las personas que forman parte de mi entorno. Gente que parece que no ha visto la nieve en su vida, o que nunca ha incluido en su agenda salir de Andalucía en invierno.

Atónito, pregunto a esta gente, ¿puedo jugar? O lo que es lo mismo, ¿me ayudáis a encontrar esa felicidad que parece que tenéis tan al alcance de la mano, siempre? Y es que cada vez que nieva en España, especialmente si lo hace en el sur, las personas sacan lo peor de sí mismas (pero con una sonrisa bien amplia) y comienzan a guerrear no se sabe si por odio a la diana o por la imperiosa necesidad de buscar un blanco cualquiera con que estampar esas bolas de nieve cargadas de tanta ilusión.

Nieve aparte, también están los viajes al extranjero. Ahora que está tan de moda viajar a Nueva York, con esto de las locas ofertas de Iberia para combatir la crisis, me entusiasma y me da frondosa envidia ver los rostros de amigos y compañeros que suben sus fotos a las redes sociales para presumir de viajecito a la ciudad que nunca duerme. Y de repente me quita el sueño la misma pregunta en mi fuero interno: ¿No hubiera sido mejor esperar, y no salir a Nueva York en febrero de 2001, sopena de no ver las Torres Gemelas, y planificar un viaje de verdad, con amigos de verdad, a Estados Unidos para cuando fuera un poquitín mayor? Pues ni se me pasó por la cabeza. En 2001 yo estaba enchochao con el viajecito, y ahora me da la impresión de que consumí demasiada felicidad en mis primeros 15 años de vida. Tanta que no he dejado para el resto. Sólo envidia.

viernes, 20 de noviembre de 2009

PELICULÓN HORRIPILANTE

He empezado a ver Big Fish, de Tim Burton, y he tenido que dejarlo en el minuto 43. Y no porque fuera mala, o porque tuviera prisa. Antes al contrario, el genio de Burton ha utilizado la técnica de la intriga desde el minuto 5 hasta donde yo he sabido. Y puedo meter la mano en el fuego que esa intriga persiste hasta el último minuto de la película.

La razón por la que he abandonado la proyección es bien sencilla: odio la asquerosa manera de Tim Burton de reírse de la realidad a su manera. Es un Woody Allen macabro; un cómico tenebroso; un especialista de los diálogos; no esconde nada y cuando vas a enterarte de algo, una voz en off más clarividente que nunca te confirma los peores presagios. Es un auténtico maestro.

Pero como buen maestro, conoce perfectamente a su audiencia, y en Big Fish muestra sus dotes de destapar nuestras miserias, nuestros miedos, dudas y desconfianzas. Por eso no es raro que la muerte sea la protagonista, esa protagonista sin papel ni doblaje, ni rostro, ni nada. Pero toda sinopsis, aún así, nos dice que es una 'comedia'. Menuda comedia. Es para cagarse vivo. Y ya digo que lo he dejado porque estoy sólo en mi cuarto, con mi madre en Sevilla y mi padre en Dubai. Me siento más sólo y desafortunado que nunca. Siento que el tiempo corre sin avisarme, que se sube a su tren y yo tengo que coger el próximo, que sale a una hora perdida porque, ya digo, el tiempo ya se ha ido. Ahora que lo pienso, odio a Tim Burton. Menudo genio. Minuto 43, seguiré viéndola cuando me eche una novia que me acompañe en una noche cinematográfica.

lunes, 2 de noviembre de 2009

36 HORAS SIN DORMIR

Por primera vez en mi vida he permanecido toda la noche en vela sin caer en la tentación, al día siguiente, de echar una cabezadita hasta la tarde. Ayer me levanté a las 8 de la mañana para ir a trabajar, salí a las 9 de la noche y empalmamos -despedida mediante, que ya me voy de la tele- con la discoteca Doblón. Llegué a mi casa a las 4:30 de la mañana, y entre esa hora y las 6:30 estuve leyendo y desayunando, al tiempo que contemplaba por el ventanal de mi cuarto el cada vez mayor concurrir de los currantes, y a la vez que reflexionaba los momentos más notables del día. Poco después he salido disparado hacia mi nuevo trabajo.

¿La sensación? Es mala, malísima. Ahora tengo que hacer dos trabajos y entonces cogeré la cama, para volver a levantarme mañana a las 7. No os la recomiendo, pero cierto es que uno lo pasa chachi delante del ordenador, por la mañana, disimulando un cierre de ojos totalmente involuntario (la muerte debe ser una experiencia parecida, porque te vas del mundo sin darte cuenta).

martes, 29 de septiembre de 2009

LA AVENTURA DEL SABER

Fernando era un antiguo alumno de la Universidad que sin embargo seguía pasando por ella cada día y mezclándose a la perfección entre los nuevos pupilos que se matriculaban anualmente. Mientras el grueso de los estudiantes contaba desesperadamente los días para el botellón del fin de semana (el lunes, felices porque es día de resaca; el martes, felices porque pasó el lunes; el miércoles, felices porque es mitad de semana; el jueves, felices por ser víspera de viernes; y el viernes, felices porque es viernes) Fernando contaba ansiosamente los minutos que tenía al día para leer el máximo número de libros posible.

Un viernes de invierno, la facultad estaba vacía y helada. Sólo quedaba él en la biblioteca, además de un misterioso bibliotecario cubierto con una capa negra que recordaba a la Muerte en Agárrame esos fantasmas. El sujeto en cuestión parecía haber estado ensayando durante toda la tarde con unas tazas tan enigmáticas como impertinentes en aquella aula de estudio. El silencio de la sala contrastaba con el lejano rumor de los adolescentes disfrutando de sus pagas convertidas en alcohol. Fernando dejó en la estantería el tercer libro que terminaba ese día, Ana Karenina, y salió satisfecho al corredor que evacuaba la biblioteca. Antes de que pudiera ver la luz blanca de la salida, sintió un leve vahído y se desplomó sin saberlo. Alguien le había golpeado.


Fernando despertó con la peor resaca del kalimotxo que nunca tomó.
-¿Dónde estoy, señor? -Preguntó a un joven melenudo con una litrona bajo el brazo.
-Está usted en la Plaza de Santo Domingo, caballero... ¿Quiere un poco de agua?
-Quiero que me diga en qué año estamos.
- En el año del cerdo, ¿no te jode? -se despidió con una sacudida violenta de sus cabellos.

El maltrecho Fernando se acercó al quiosco más cercano, y viendo que las portadas anunciaban una nueva mañana de abril de 2062 -habían pasado 53 años y él estaba intacto- casi se atraganta al pedir:

-Déme La Aventura de la Historia!

jueves, 17 de septiembre de 2009

EL REY LEÓN DEL CONGRESO



Esta es mi entrada número 350. Y como siempre busco un significado a los números, veo que coincide con el número de escaños de nuestras Cortes. Precisamente hoy voy a hablar del Congreso de los Diputados. Apolíticos, absteneos (de la votación por llamamiento, je, je).




José Bono no es ningún cabestro. Resulta ser un babuíno que nos da la bienvenida a la celebración de ''ejjte divertido Congreso-Dijjney''.

Ayer vi la segunda sesión de control al Gobierno del nuevo periodo 2009-2010 (que en realidad se reduce a poco si descontamos las vacaciones de sus señorías de mitad de diciembre, enero y buena parte de febrero), y me dio por pensar que en realidad, entre tanto teatro, tanto color -en las corbatas y en los modelitos- y tanto espectáculo, la política no es más que una película. Una de dibujos animados.

Porque no me neguéis que viendo a los personajes de la cámara no os pasa como cuando ponéis un filme en la tele. En seguida, por la palabrería, los gestos y las intenciones (que nosotros conocemos pero no el resto de los actores), destapamos al antagonista. Cualquier chico de 3 años puede distinguir la bondad de Mufasa de la malignidad de Scar, cuyo nombre y para colmo hace referencia a una cicatriz que a saber en qué pelea se la hizo.

Yo, cuando veo a Zapatero en la tele, con esos ojitos verdosos, acuosos, como a punto de llorar por la emoción de ayudar a los desfavorecidos; con esas canas de tío comprometido con sus sobrinos; con esas sonrisas que quitan el hierro al asunto de las lentejas, me acuerdo de Scar, que iba de buen rollito al principio de la película pero cuya tonalidad -del pelo, de los ojos y de su voz- despreciable no dejó ninguna duda de que iba a ser el verdugo de su hermano.


Bueno, Zapatero no es hermano de Rajoy. Pero la inocencia del gallego me recuerda su parecido con Mufasa. Su puño benigno, acusador, es como la débil garra del padre de Simba, que desesperado por no caer del precipicio se aferra al barranco para evitar la tragedia. Scar se llevó su garra por delante.

Fieles a Zapatero, tenemos a las 'hienas' vicepresidentas Fernández de la Vega y Salgado. Le ríen las dúplicas, le secan las lágrimas y le hacen el trabajo sucio. Porque el que de verdad manda en el Gobierno es él, Zapatero. Dicen que la cartera de Economía es en realidad simbólica, que es él quien marca las directrices de nuestros bolsillos. También cuentan que él se arrogó el ministerio de Deportes.



Y qué decir de la panda del PP. La docilidad de Mariano Rajoy no vale de nada cuando todo el mundo sabe que la posición de su partido es siempre decir lo contrario de lo que dice el PSOE. Es la copia de Zapatero cuando estaba en la oposición. No sé si es muy arriesgado o cuesta mucho trabajo, pero creo que lo mejor sería aprovecharse de las bajadas continuas y diarias de pantalones del Gobierno y proponer la piedra filosofal contra la crisis, sacar a la luz el antídoto, ¡y qué más da si los del PSOE lo copian! ¡No lo pondrán en práctica! ¡Ellos también están acostumbrados a apuntalar lo contrario!



Si Rajoy quiere volver a la 'banca azul' -hay que recordar a Iñaki Gabilondo que aquél sí ha decidido algo en su vida, cuando fue vicepresidente primero del Gobierno con Aznar viajando por el extranjero- lo que tiene que hacer es reiterar con pelos y señales cómo estaba el país en 2004 y cómo está al finalizar 2009, después de 5 años de un gobierno que, por siglas, y obedeciendo a la Ley de Partidos, debería haber puesto en práctica su Socialismo de verdad para evitar las consecuencias del capitalismo tan brutal al que siempre acusan de nuestra situación económica.
¿Conseguirá Rajoy llevarse a ZP por delante?

lunes, 14 de septiembre de 2009

LA CARACOLA

REAL

Caminante son tus huellas... caminante no hay sorpresa, se encuentran sorpresas al andar. Iba yo lozano por las orillas de Varadero cuando topé con una pieza blanca y rugosa, tan grande que me hizo detener el paso, notando de esta manera un vientecillo que soplaba los pelillos de mi pecholobo veinteañero. Se trataba de una caracola enorme. Antes de que la agarrara, la estudié unos segundos y dos cubanas que se estaban bañando se percataron del botín que acababa de encontrarme de pura coña, teniendo en cuenta que era la hora de recogida para todos los bañistas.
-¡Eres un ladróoon, papito! -dijo la más guapa de ellas.

- Yo l'a vihto primero -respondí, como buen paisano de don Rodrigo de Triana.

La feilla -aunque con buen cuerpo- hizo una mueca de confusión, no entendió mis palabras, pero la guapa abrió la boca en una expresión típica de las mujeres cuando sus pichoncitos dicen una barbaridad.


FICCIÓN


Me adentré en las cálidas aguas del Atlántico cubano, sorteando las medusas visibles e invisibles, y aquello parecía una sopa. Parecía que un montón de niños se hubieran meado de repente, pero allí sólo estaban ellas, todavía a bastante distancia. Miré a mi izquierda; el Sol se iba a dormir y reventaba hasta manchar el cielo de tinta naranja. Como si hubiera robado en El Corte Inglés.

Llegué hasta ellas y la guapa fue entonces la fea, y la fea me pareció mucho más guapa.

-Con una condición -extendí la caracola a ambas por igual. -Que me hagáis una foto con ella.

Cogieron mi móvil y el flash me hizo despertar, por sorpresa, en la isla de la Paranoia.

lunes, 6 de julio de 2009

LA PACIENTE IMPACIENTE

Miguel Ángel era recién licenciado en Psicología, y ansiaba su primer puesto de trabajo. Sus años anteriores de estudiante se había definido como 'parapsicólogo', porque cada vez quedaba menos para su Traumarbeit, su trabajo de los sueños. Pues bien, su primera encomienda llamó a la puerta, y él nunca lo olvidaría, como tampoco olvidaría jamás el fatal desenlace de su flamante misión.

Cristina era su pacienta. La pacientita, como la llamaban en San Antonio sus vecinos. Padecía y disimulaba la depresión, ese monstruo que deshace las maletas cuando el complejo de Edipo parece esfumarse definitivamente.

Miguel Ángel, muy mujeriego él, sabía con los años acumulados en su barba que todos los jóvenes que se deprimen suelen ser bastante feuchos, porque en última instancia, la depresión, que es el vacío, lo es sobre todo de amor; Miguel Ángel estaba seguro de que la adolescente Cristina, como todos los deprimidos, no era muy agraciada físicamente y necesitaba a alguien que le quisiera más allá del cariño familiar o fraternal. Cúal fue la sorpresa del doctor al ver que la pequeña no estaba en la cama, que fue a abrirle directamente ella. ''Mi mamá se fue a la tienda, pasa'', dijo con una decisión impropia en el alma de los deprimidos. La sorpresa fue mayor para Miguel Ángel, hasta despegarle esos labios reflexivos, cuando observó el cuerpo de la pacientita. Ese pelo brillante, esa carita de porcelana valenciana, esos nutridos pechos ocultos en un polo de tenis, esa mano izquierda tapando una oreja tímida, esos pantalones pirata, esos pies descalzos... Somero repaso. Comenzó de nuevo. Esos pies descalzos, esos pantalones pirata, esos nutridos pechos ocultos en un polo de tenis, esa mano izquierda tapando una oreja tímida, esa carita de... Un momento. ¡Lágrimas!

-¿Qué ha pasado con tu cara, hermosa?

-Eres... como los demás -su mano derecha cayó hasta la cintura, y una jeringuilla vacía estalló sobre el mármol climatizado de la cocina.

miércoles, 1 de julio de 2009

AVES Y HORMIGAS

No hay nada más bonito ni más placentero que ver un gran espacio con sus piezas o individuos trabajando. Flipo con los hormigueros, siempre me han apasionado esos diminutos insectos negros que enfilan una carretera invisible en busca de pipas que miden 10 veces más que ellos y que por ello van bailando de un lado a otro en el aire, a dos milímetros del suelo, sobre el lomo azabache y peludo que suda feromonas. Hoy mi hormiguero ha sido el AVE. Y yo he ido dentro del experimento.

Salimos de Madrid, temprano, y los nudos y circunvalaciones reciben los primeros camiones -hormigas metálicas- del día; las autopistas se van deshaciendo a medida que abandonamos la capital y aparecen más y más carreteras, albergue de grandes casas marrones, sin techo y ruinosas que son metáfora de la tragedia de España. Los primeros tractores aparecen por Toledo; levantan gran polvareda y tenemos que fiarnos de que hay alguien adentro. Seguimos media hora sin avistar más que pozos y castillos semiderruidos, campos abandonados y labrados, montañas vírgenes y desvirgadas, hasta que atravesamos Ciudad Real y Puertollano, este último pueblo con su central nuclear al fondo, que gime y llora porque teme ser prohibida en breve. Puertollano es Springfield. El cielo y sus nubes, sobre la chimenea de la central, así me lo cuenta. Empiezan las primeras pistas del Despeñaperros, túneles y más túneles, vamos entrando en Andalucía. Hay varios cortafuegos entre arboleda y arboleda y en uno de ellos veo a un ciervo enorme, incólume o acostumbrado ante el supersónico tren. Es el primer ciervo que veo fuera de un zoo. Es todo un acontecimiento...

...Pero la azafata atraviesa el pasillo, con su traje y su trajín, y Daniel Craig sigue zurrando a los malos malísimos y buenos traicioneros en su Quantum of Solace, y el chico de delante baja la persiana porque le ciega la luz, y el ciervo se mete en la arboleda, y yo cambio de canal para oír música folclórica que acompañe a tan magnífico evento, y escucho unas muñeiras, y un túnel me vuelve a quitar la ilusión.

Córdoba. Obreros con mono amarillo taponan una carretera de acceso al Califato. Plan E. Malas hierbas y huertos muy fértiles me confunden y no sé cuando entro en la provincia de Sevilla. Lo sé cuando alcanzo a ver algunas matrículas y cuando al fondo se divisan los edificios respetuosos con la altura de la Giralda y con ladrillos de color amarillo. Como están bastante lejos, el tren acelera para llegar a tiempo y agarrar esas pipas gigantes a las que todos, indefectiblemente, nos dirigimos.

martes, 12 de mayo de 2009

COLLAGE DE IDEAS

Veo el debate sobre el Estado de la Nación y veo que El Mundo ha usado un programa sumamente interesante para plasmar las palabras más pronunciadas tanto por Zapatero como por Rajoy, un programa de esos que surgen del ingenio cada pocos años. De esos que te hacen pensar: ''todavía quedan cosas por inventarse''. Es el wordle, que yo he utilizado para recoger las palabras más utilizadas en mi anterior post. El programa te hace un collage gratuitamente y en escasos segundos:

jueves, 23 de abril de 2009

COLORES Y ESTRELLAS

Quiero preguntarme si es manía mía o si también les ocurre a los demás. Veo los meses y los días de la semana de colores. Oscuros de lunes a jueves, verde el viernes, fin de semana blanco. Y me ocurre desde que aprendí la noción del tiempo.

Hasta tal punto necesito teñir los días, que me es imposible planificar nada sin una mirada al arco iris que atraviesa mi calendario cerebral.

A veces, cuando miro al cielo (¿por qué miramos arriba cuando estamos intentando recordar algo?) sólo me topo con las estrellas, y aunque me es imposible reconocer una sola (si ya soy malo para los nombres propios, imaginaos lo que me estrello en el fenómeno galáctico) siempre veo en ellas a la misma persona. Yo. Una dosis narcisista para explicarme. Las estrellas siempre están ahí, porque con lo que tardan en apagarse pueden pasar cientos de generaciones humanas... Y entonces resultan ser un gran armario de recuerdos, porque hace 6, 8, 15 años incluso también miraba al cielo, desde una altura inferior, cierto, pero total, tampoco vamos a crecer más en la vida...

miércoles, 15 de abril de 2009

SÓLO DOS PALABRAS

¿Soldados sin mando; robustos?

Por solo dos definiciones tan fáciles, me quedo sin completar el que habría sido el primer crucigrama que me sale en la vida.

Dime, cariño, ¡dime! Sólo dos palabras.

(Se admite te quiero)

miércoles, 11 de marzo de 2009

DE ACUERDO, PERO NO MÁS REBAAAAAJAS

Es lo que decía el genio de Aladdin, disfrazado de oveja, inmerso en la negociación de los 3 deseos. A mí me habéis bastado vosotras (no soy ningún gigoló, es que se da la circunstancia casual, la casualidad circunstancial, el solsticio azaroso que diría Torrijos, de que sólo sois mujercitas las que entráis a firmarme) para volver a escribir pese al último suspenso definitivo y pese a su revisión, infructuosa.

Vuelvo a escribir con la potencia que me dio el touareg... perdón, con la potencia de un Volkswagen Touareg. Tengo la fuerza de un osito de chocolate... ¡que diga!... la barba sansónica de un plantígrado, ya saben: ''el hombre, mientras más oso, más hermoso''.

Y perdón por el descarado abandono.

domingo, 1 de marzo de 2009

PLANETA ASTURIAS

Asturias, 2012. Esta entrada puede que le interese especialmente a Silvia. Pero que no se deje engañar por el título. No voy a hablar de su querida Asturias; la verde, la escarpada, la alonsina. Quiero hablar de la Asturias de Acción Mutante (1993), una película de Álex de la Iglesia con unos efectos especiales y una mezcolanza resultante de La vida de Brian, Mortadelo y Filemón y Star Wars que me hicieron pasar ayer, pese a la mala calidad del argumento en sus 90 minutos, un momento francamente bueno. Hacía tiempo que no me reía.

¿Digo mala calidad del argumento? Allá donde esté Santiago Segura, la sinopsis es lo de menos. Y Torrente estaba, aunque con otras formas. Sinceramente, entre las maneras de Segura y el carpetovetónico Resines con aires de Robocop, mis risas tuvieron que llegar al cuarto piso de mi bloque sin ascensor. Ya sabéis, chic@s, quien quiera llevarme al cine, que me lleve a una película original, como ésta.

¿El mejor momento? Fernando Guillén alterado: ''¿Es que no lo entiendes, insensato?'' Y quitándose las lentes mineras: ''¡En Planeta Asturias no hay mujeres!''

miércoles, 1 de octubre de 2008

MALDITAS CORCHERAS

¿Y por qué diablos las llaman corcheras, si no son de corcho? Qué más me gustaría a mí que fueran de gomaespuma. Pero claro, se hundirían como esponjas y no cumplirían con la misión de acotar las calles. Menos mal que tenemos esas rectas hechas con azuejos un poco más oscuros... para los que no solemos nadar a espaldas claro.

Hoy iba con las gafas empañadas, intentando una mariposa pero boca arriba. El vapor que salía de mi cabeza las nubló enteritas, y como me tuve que guiar por las finísimas separaciones de las losas que conforman el techo, fui a dar con una corchera. Qué dolor, por Dios, casi me arrancan un dedo sus láminas.

¿Alguien propone una solución coherente?