Esta es la vista que ofrece el habitáculo donde se ubica el control técnico del Instituto Radiofónico de la Universidad de la pecera donde se presenta la tertulia en la que participo los miércoles de 20:30 a 21:00. Mi primer día en antena fue el miércoles pasado, en la que intervine junto con 4 compañeros y teniendo como director a un simpatiquísimo profesional del Periodismo llamado Antonio, que me concedió la palabra en dos ocasiones -no así a los otros compañeros, que se lanzaron a opinar espontáneamente- para que me fuera soltando poco a poco. El tema de la tertulia, como todas las que vendrán ahora, es el de las noticias raras que salen todos los días. Quizá esta característica fomentó el que yo me viera poco suelto, aunque insisto, el pilotillo rojo encendido y 3 personas sobre la mesa de mezclas agudizaron mis nervios considerablemente durante esa media hora que se pasó bastante rápido. Quizá si el tema hubiera sido la política -no hay un solo espacio económico o político en la nutrida parrilla- yo me habría sentado más cómodo. También es verdad que la frecuencia de la cadena, que alcanza no mucho más allá de los arrabales más próximos al campus, podría jugarme una mala pasada con aquello del qué dirán de los jóvenes oyentes. Esto no debería preocuparme, a decir verdad.
Probablemente esta haya sido una de las resacas electorales más interesantes de las últimas suscitadas en la Historia de nuestra democracia. Primero, porque los resultados han dado que hablar con el bipartidismo sin precedentes instaurado tras el 9-M, y segundo porque la tercera y la cuarta fuerzas políticas en número de votos (IU y UPD) han coincidido en la necesidad de cambiar la Ley electoral, esgrimiendo los comunistas el que haya una izquierda que monopolice los votos (PSOE) y por su parte UPD alegando que un vecino del PNV no puede tener un voto de más valor que uno de UPD.
A todo esto, el reciente presidente del Gobierno reelegido, Rodríguez Zapatero, dijo lo mismo que con la Ley del Aborto sobre esta necesidad urgente de reforma -una reforma que, como el Himno, no creo que pueda tener consenso-, dejando caer levemente que se ''abrirá un proceso de reflexión'', como suele llamar él al consenso previo para cualquier acción -hoy mismo se ha enviado un nuevo contingente de soldados a Afganistán sin la aprobación del Parlamento- pero asegurando por encima de todo y con esa voz firme que le sale del alma, especialmente en los mítines en los que ha de equilibrar el vociferio con la leve vocecilla de Solbes, que la Ley D´Hont ha dado hasta ahora mucha tranquilidad a los españoles.
Habrá que ver qué sale de esta débil promesa en esta nueva legislatura.
2 comentarios:
Todos prometen mucho, como llevarlo a cabo, es otra cosa bien diferente. Necesitamos dirigentes con aptitudes inteligentes, para hacer frente a la desaceleración económica que vivimos.
Me ha gustado que el partido de Rosa UPD, sin publicidad haya logrado lo que ha logrado.
Bueno, eso de sin publicidad es algo falso. Sí es verdad que ha tenido menos carteles electorales que los demás partidos, bastantes menos que IU incluso, que en algún momento de la campaña parecía que disponía de una única camioneta para la propaganda en toda España. No obstante, EL MUNDO ha llegado a pedir el voto para UPD en sus editoriales y es prácticamente el único medio que ha dado continuamente información sobre sus ruedas de prensa y su programa electoral. El País se ha olvidado por completo y los demás periódicos también trataban a Rosa un poco por encima.
Yo de lo que estoy contento es de esos 300.000 votos. Si el diputado que ocupe ese único escaño lo hace bien, pasarán dos cosas positivas para las próximas elecciones generales (si las hay): primero, que el PP verá mermado su caladero de votos (no más que el PSOE) y por tanto estará en la persecución constante del centrismo, y segundo que probablemente consigan un segundo diputado.
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