miércoles, 29 de octubre de 2008

A LA MADRUGADA

Un pozo sin fondo, ni agua ni mugre, ni tan siquiera ratas. Así defino yo el hambre. Me recomendaba mi padre que me anduviera con cuidado en Canadá, que frío+alcohol=esquizofrenia, una ecuación muy dada por esos lugares.

Pues con la madrugada se da una ecuación parecida, que es hambre+sueño=malestar; y en invierno, también hay un tercer factor: el frío. Pero ése es el único inconveniente de la madrugada, porque todo lo demás es pura vida. ¿Hay algo mejor que levantarse e ir a por el pan y los periódicos, calentitos? Tener una cuenta atrás para que las noticias no caduquen; tener la radio puesta toda la mañana con una actualización continua; parar y saciar el hambre con unas buenas tostadas de paté en los Abades, de camino a Sierra Nevada; escuchar El primero de la mañana hace diez años y Supergarcía por la noche... ¡jo!, qué lujo.


Digo Abades pero podría haber sido cualquier bareto de carretera secundaria; me explico: máquina tragaperras en la entrada a la izquierda, televisor en la esquina sintonizada TVE, colillas que en un largo surco regado por la fregona dan como fruto la barra del bar y el menú del día en una pizarra que cuelga de la pared.

4 comentarios:

ChusdB dijo...

¿Que "qué" te recomendaba tu padre a propósito de tu viaje a Canada? ¡Ay, que volvemos a las andadas!...Pero me ha gustado leerlo.

Falete dijo...

que andadas, Chus? solo me decía que tuviera cuidao, que allí los mendigos estaban locos y no responderían igual que aquí...
yo no bebo :D soy un viejo veeeerde pero sano =)

ChusdB dijo...

...¿que te "andaras" o anduvieras?

Falete dijo...

qué vergüenza, chus, qué vergüenza... :(