sábado, 29 de marzo de 2008

DIÁLOGO EPISTOLAR CON J. EUGENIO AZPIROZ

DIPUTADO POR EL PP DE GUIPÚZCOA EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
El recientemente reelegido diputado popular para representar a la provincia guipuzcoana, José Eugenio Azpiroz, charla conmigo via e-mail cuando todavía era cabeza de lista por la provincia vasca, días antes de las elecciones generales de 2008, en las que el PP guipuzcoano obtuvo más de 40.000 votos.

''Hola Jose Eugenio! He estado viendo un poco la página del Partido Popular de País Vasco con motivo de un último boletín en el que han anunciado una explosión en Bergara. Me imagino que estaréis acostumbrados a tales atrocidades, pero no creo que vosotros, los valientes del norte, estéis muy al uso del apoyo de ciudadanos fuera de la comunidad autonoma vasca. Como joven andaluz preocupado por la deriva trágica de las nuevas generaciones de España, me gustaría mucho mostraros mi apoyo (que a veces el voto es poco) a todo el Partido Popular y al vasco en particular, que sorprendentemente sigue consiguiendo integrar a personajes vascos -y lo más asombroso, de apellido vasco- en unas listas que sirven para muchos desgraciados como diana.

Un fuerte abrazo para todos vosotros, y que el panorama en vuestra bonita región quede resuelto pronto sin cesiones ni lamentaciones de una nueva muerte en vuetras filas o en la de cualquier partido que crea en la democracia.'' 8-2-2008

''Estimado Rafael:

En primer lugar pedirte disculpas por la demora en contestarte, pero estos días son una locura continua. En segundo lugar, un millón de gracias por tu correo y por tu ánimo. Salvadas las distancias, tampoco Andalucía es un sitio fácil para un proyecto de libertad real y progreso material de toda nuestra sociedad.
Sé del buen trabajo que estáis haciendo allí y seguro que incrementaremos los diputados andaluces para contribuir entre todos con el cambio que necesita España y ¡ ¡ ojalá ¡ por fin, cambiar el gobierno de tu tierra.

Un fuerte abrazo,

Fdo: José Eugenio Azpiroz'' 21-2-2008

¿DÓNDE ESTÁN LOS MOVILIZADOS?

En la fiesta de la primavera.

¿Dónde está toda esa gente que de pronto, en aguas turbias de debate, sacó el carné del PSOE del baúl de los olvidos a dos semanas de las elecciones, y ahora están plácidamente silenciosos?

¿Es que el análisis político sólo llega en campaña electoral? ¿no hay ninguna foto de apoyo a las cejas que colgar en tuenti ahora? ''que va tío, eso ahora trae mal rollo pa la peña'' ¿el tuenti ahora sólo sirve para convocar batidas que superen a las granadinas? todo con mucho respeto a los serio-conscientes que hayan ido al macrobotellón a descargar tensiones y no el hígado; que esas tensiones, eso sí, sean por ir a clase, y no por quedarse haciendo el vago en el sofá de casa, cogiendo fuerzas quizá para una próxima manifestación anti-Bolonia. ''Van a privatizarnos las clases''. Oiga, pero ¿usted va a clase?

En efecto, señoras y señores, estamos en España, y más concretamente en Andalucía.

viernes, 28 de marzo de 2008

A LAS MUJERES

Las mujeres son como son, únicas. Todas las mujeres son iguales. Esta última frase puede sonar a tópico de aquél que acaba de ser abandonado o traicionado por una mujer, pero en cierto modo, es verdad. En cambio, no todos los hombres son iguales; los hay buitres, tímidos, bonachones, rácanos, integristas, violentos, considerados o accesibles. ¿Que también hay mujeres de estas características? puede ser, pero todas tienen un punto ancho en común, mientras que los hombres no.
El punto en común es el de la conquista y el dejarse llevar, el de la transigencia, el de la compasión. A pocas mujeres les falta este último elemento que, como los anteriores, construye ese punto en común presente en todas las féminas. Lo que quiero decir es que, sea por el dejarse llevar, la conquista persuasiva, la transigencia o la compasión, una mujer nunca dejaría morir de hambre a nadie, mientras que un hombre, demostrado ha quedado en la Historia, disfrutaría aniquilando a mujeres y niños en la misma bolsa, como quien estrena una consola con el Street fighter.

¿Y en el día a día, esto cómo se ve? Se ve en muchos sitios, en el metro, en la calle, en los centros comerciales, en tu facultad o en tu trabajo. Si las secretarías están ocupadas casi todas por mujeres, no es porque a estas se les de bien (que se les da y mucho) sino porque hay un hombre detrás, o una mala mujer -que como digo, existen-, que les gusta o no se atreven a colocar un hombre, por muy afeminado que sea este último. En el metro, todas aceptan que han de pasar primero, que todavía -aunque dudo que por mucho tiempo- con un asiento libre y dos ancianos de distinto sexo, la mujer ocupará, seguro, ese asiento. En la calle, vemos a las mujeres torpes al volante -o quizá demasiado prudentes, en contraste con la excesiva agresividad del género masculino-.

Se necesitan más gobernantas, que no más falsa paridad en unas listas electorales. Si en un consistorio tinerfeño caen todas mujeres, que no se aplique esa ley hipócrita. Si una mujer vale, que valga, pero que ninguna persona -hombre o mujer- tenga que ocupar el puesto de otra por el 'compromiso social', sino que si lo ocupa, que sea porque se lo merezca.

domingo, 23 de marzo de 2008

¡QUÉ GRAN SEMANA!

Mientras el jueves de la semana pasada me despedía de la mayoría de mis compañeros de clase, que tiraba cada uno para su tierra, yo sabía que los dos días antes de salir para Alemania, el viernes de Dolores y el sábado siguiente, iba a pasarlo algo aburrido solo en Madrid. No me aburrí tanto; el viernes me desperté tarde después de una buena noche en Chueca, donde, en el bar Melocotón, un gordito buena gente y su colega, disjockeys del pub de enfrente y ambos con un muelle tremendo, me gritaban como conociéndome desde siempre que pidiera un Schumacher (7€), bautizado cocktail tamaño maceporro que llegó a convencerme tras comparar calidad-cantidad-precio en un barrio muy solicitado.

Accedí más que por el convencimiento sobre el precio, por la dicharachera forma del amigo de persuadirme sobre el ''pelotazo de la hostia, chaval'' que me ofrecía la bebida, algo rojiza, de sabor melocotón. El sábado recuerdo haberlo pasado tranquilo en casa y leyendo. No así el domingo, que como cada día que uno ha de cojer un avión, los nervios quieren entrar en el juego hasta que te acomodas en el aeroplano.
Pude cojer esta foto desde el pasillo de embarque de la T-4, y días después mi madre tenía razón comentando que si alguna vez las torres de Chamartín eran atacadas por aviones, era porque los promotores lo habían puesto a huevo con la relativamente baja línea de cielo de Madrid.


Pero en ese corredor había otra cosa sorprendente que no me atreví a grabar ni fotografiar. Era de esas cosas que la marea mórbida y anónima que invade los espacios públicos como era el caso, se queda atónita sin interrumpir el paso -aunque a veces se ralentice, como con los accidentes de tráfico-. Se trataba de 5 o más musulmanes que rezaban sobre una alfombra colocada entre las dos filas de asientos de la sala de mi puerta de embarque. Lo hacían con un esmero desconocido. Para ellos no existían esos nervios que suelen jugar en todo viajero apresurado, y nada les impedía hacer esa segunda oración del día, la de media tarde. Luego, en Frankfurt, me daría cuenta de algo más sorprendente todavía: Un prayer room -con la cruz cristiana en la puerta, abierta- en el interior de los pasillos del aeropuerto.


Y como en los viajes se aprende muchísimo, también me di cuenta durante el vuelo de lo lejos que quedó aquello del tatarataratarataratarabuelo de Juan Carlos I, Felipe II, ''en mi Imperio nunca se pone el Sol''. No solo el cielo estaba algo nublado al volar sobre Aragón, despidiéndonos de esta comunidad con grandes vistas del Pirineo Oscense; es que encima de Madrid a Pirineos, en un avión, se pasa en el tiempo que coge leer una carta del Director de EL MUNDO a la vez que se escucha lo último de Michael Jackson.


El primer día, después de mi reencuentro con los Schnitzien, esas tostaditas sin tostar listas para consumir por la mañana, al mediodía y por la tarde, Anette y yo salimos para dar un paseo por los bosques frondosos y cuadriculados del Westerwald Neuwiediano; o de Altenkirchen, porque la verdad es que al enterarme yo de que Rodenbach confinaba con los tres Kreis de Reinania, esos bosques podían pertenecer a Dios sabe a qué tierras. Numerosos troncos caidos en el suelo daban una imagen de ese vendaval que se fue originando en el norte de Europa y arrastrando estragos al sur europeo.

El segundo día, el martes, fuimos a casa de Sonia, amiga íntima de Anette y resdidente en su anhelada tierra, el Mainz y sus arrabales toscanos y vinícolas. Mientras Erwin asistía a su seminario en una guardería rodeado de mujeres, la amiga y yo nos aprestamos a entrar en casa de Sonia -tremendamente parecida a Kate, una de las americanas que nos visitó el año pasado- y encontrarnos con sus hijos, con los que pude jugar al juego del Gepäckt en su cama y conversar en alemán básico. -Spanien ist ein schön Land; wie alt bist du, Rafa? wo wohnst du?- un alemán básico por mi nivel y por la edad de los chavales, aunque luego Sonia despejaría mis dudas y me haría darme cuenta de que mi nivel de alemán ya se va acercando al que tengo sobre el francés, es decir, entender entiendo algo, hablar puedo para defenderme, y en vocabulario me hace falta una buena dosis intensiva.


Salimos de casa, después de tomar mis primeros huevos de Pascua -huevos crudos, y no de chocolate o de madera (como los del costurero de mi madre), como yo imaginaba- y condujimos hacia Oppenheim, que cuenta con una preciosa Catedral de color rosa con figuras de animales góticas al estilo de El Jorobado de Notredam, la Catedral de Saint Catherine, al fondo de la foto.


Aparentemenre Oppenheim es como cualquier otro pueblo alemán, irlandés, danés o bretón sin importancia, pero realmente había cosas interesantes ahí. Si en Linz pude comprobar, en agosto pasado, la crueldad de los pasadizos torturadores, en este nuevo pueblo quedé realmente impresionado -y frustrado, puesto que en Semana Santa no estaba disponible- con toda una red subterránea por donde, en tiempos de II Guerra Mundial, los vecinos de la ciudad huían al margen de las reglas de juego de la superficie, compartiendo momentos y carreras con las ratas de la ciudad. Algo más arriba, en el típico monte que preside cualquier pueblucho germano, se levantaba un palacete en ruinas que mucho me recordó a El Álamo de San Antonio, y donde dejé una curiosa firma (con lápiz de IKEA: VIVA ESPAÑA, 18-3-2008) en la columna de un arco que parecía sostener también la única habitación con techo del monumento.


Ya el miércoles, por fin, pude quedar con los retoños de Dieter y Rita, que en alemán hacen una bonita pareja muy rítmica, y por tanto con Eva, que ya la echaba de menos. Mucho más cuando me di cuenta que fue ella quien nos llamó el lunes para poder quedar y Anette le dijo que ya habíamos concertado una cita con Sonia. Ese día fuimos a los Karts, donde le encargué que nos hiciera fotos y no expresamente a mí sino a todos los corredores: ''not only to me, but to everybody''. Evidentemente el que estuviera cansada de ver tanto a su familia no fue el motivo por el que me hizo todas las fotos a mí cada vez que pasaba por debajo del puente. Tampoco quiso sacarme instantáneas sólo a mí por el hecho de que estuviera haciendo una buena carrera, ya que hice bastante el ridículo, dando una imagen fatal de lo español en el mundo del motor, y amargándome cada vez que el mecánico del taller, algo estúpido -un schwetzar- me decía: ''Alonso, has hecho una buena carrera'' con el mismo tono simpático que un papá le dice al hijo que mañana vienen los Reyes Magos. No le faltaban razones al señor, puesto que en 20 minutos hice 39 vueltas, 4 menos que Christian (43), Nico (42), Erwin (42), Dieter (41) y yo. Quiere decir que cada uno de ellos me dio al menos 2 vueltas, dos adelantamientos por cada uno de mis contrincantes, todos ellos por la misma recta que pasaba por debajo del puente y en donde estaba situada mi amada fotógrafa. Un ridículo garrafal, vaya.


Una de las causas del sonado fracaso, sin que suene a protesta infantil, fue que el señor mecánico, para desesperación de Erwin, se pasó media hora contándonos las reglas -sus reglas, debería decir- para competir en su tan preciado circuito sin premio pero con podio. Todo tuvo que ver con la banderita azul de los cojones. En fin, un rollo, y de no ser por la presencia de Eva, no habría tenido fuerzas para aguantar esas 39 vueltas con el volante más duro que el de uno de esos trailers lumínicos que estampan las carreteras del sureste francés.

Ya luego volvíamos a Löhe, a casa de los Germscheid, para jugar al Monopoly y pedir unas pizzas mientras tanto. O al revés. O ninguna de las dos cosas, porque también escuchábamos música en la tele, vigilábamos que Henry no cazara el cochecito del tablero y sobre todo hicimos fotos y cada uno se levantaba cuando le apetecía, quedándose sin el esencial derecho a la compra de calles, base capitalista del juego.



El jueves era un día para compartir con Erwin y Anette. Acompañé a Anette al Hospital de Hachenbug, la villa de la cerveza de Kreis Westerwald, y en una de las pocas piscinas cubiertas de la región, calentita -Anette decía que se trataba de una temperatura climatizada para los rehabilitados del centro, yo creía que se debía más bien al meado de los niños- como ninguna, hicimos ejercicio con Charlotte y sus primeras brazadas se consumaron con la ayuda de una instructora que no paraba de dar masajes, vueltas ni de darle a la batuta con muchos cánticos parvularios para animar el ambiente, que rodeaba a una piscina que, con la decoración de un hospital y el tamaño de los bebés, parecía más bien una piscifactoría.



Como buenos cristianos, los Germscheid me convidaron el viernes a desayunar con los habituales schnitzien pero con un ingrediente especial: el huevo de pascua. Es un huevo que se come el Domingo de Resurreción pero, como no iba a estar ahí ese día, decidieron celebrarlo conmigo el viernes por la mañana. Además, también un conejo de chocolate milka me esperaba encima de la mesa. Ahí descubrí lo gratificante que resulta comer un chocolate con forma de animal feliz. Ya entiendo la fascinación por los caganés catalanes.



Con estos huevos, además de entretenerme mucho en pelarlos, jugué a una popular batallita con Erwin. El juego consistía en una particular lucha al desempate entre el portador de un huevo y su adversario, que tiene que darle con una de las puntas para intentar cascarle el huevo al otro sin perjudicar al suyo propio. Iba por turnos y naturalmente el desempate, así como la revancha, estaba servida. Erwin me ganó el jueves y yo a él el viernes. En julio veremos si todavía venden esos huevos, para el desempate. Si no, tocará cocer huevos comprados en Lidl.



Por fin el viernes volvía a España, así que Erwin se ocupó de llevarme -con una tormenta de nieve increíble, con la que pensé que nunca podríamos despegar- a Montbauer (monte del granjero, según su nombre) donde cojería el tren ICE, algo parecido al AVE pero mucho más común allí, que es el tren de alta velocidad, aunque algo más caro que aquí. Como predije con la Ley de Murphy en la mano, al no pedirme el ticket a la ida, tenían que pedírmelo a la vuelta, y la revisora me lo demandó sin mayor problema. Vamos, que en esta vida, la ida o la vuelta pueden salirte gratis, pero nunca sabes en cuál pueden pillarte. Una vez en Frankfurt cojí el shuttle para llegar a la Terminal 2, y dado que es de los aeropuertos más grandes de Europa, esperé hasta el último momento pensando que podría comprar los regalitos en el Duty Free después del control de seguridad, aunque para mi asombro había un control por cada 4 puertas de embarque, de lo grande que era. Así que me lancé a entrar, desgajándome de todo lo que llevaba en los bolsillos, el cinturón, las maletas, el reloj, llavero, etc.

Cuando empecé a cargar de nuevo con todo, la señora me dijo en alemán que llevaba una botella en la maleta de mano. Yo entendí su advertencia como una pregunta, y le dije que no, que no llevaba líquido. De nuevo la señora, gorda, con gafas, bárbara, de pelo teñido, pintada y de sonrisa presuntuosa, con gestos de autoridad me dijo que sí, ''Doch'', que llevaba una botella en la maleta, esta vez en inglés. Fue entonces, como en otras ocasiones anteriores durante la semana, cuando noté que mi nivel de alemán no era tan bueno como yo esperaba, y encima con la vergüenza de darme cuenta de que sí, de que llevaba una botella de litro y medio de agua sin gas que me había metido Anette para no pasarlo mal durante el viaje, me derrumbé algo más. Ella, cuando terminé de sacar la botella, me dijo que sólo se podía portar botellas de menos de 100 cl. Le dije que para venir a Alemania llevé conmigo una botella de Licor 43 de un litro, además de un bote de aceite de oliva. Me ignoró puntualizando que la cantidad de líquido que yo llevaba era 10.5 veces superior a la permitida, con una sonrisa presuntuosa bastante más forzada y mirando a su compañera, la de la pantalla de ordenador, buscando una risa gratuita a su precisión. Volví a insistirle, algo cabreado y nervioso, que sabía lo que llevaba, pero que no era la primera vez dentro de la Unión Europea. Entonces cojió la botella sin escuchar, y en alemán me dijo que podía optar a bebérmela o a tirarla al cubo de la basura que tenía a su lado. Se la pedí y di gracias a Dios de tener sed en ese momento porque me la bebí entera, litro y medio, con apenas 5 interrupciones para coger aire. Oí que su compañera, cuando llevaba la botella bebida por la mitad, le preguntaba: ''war sie ganz voll?''-''estaba llena del todo?'' y mi interpeladora respondía con un rencoroso ''sí'' mirando al techo, distanciado en unos 8 metros del suelo. Cuando llevaba 3 cuartos de la botella bebida, la alguacil me soltó con una sonrisa, esta vez más maternal, que no tenía que bebérmela entera, y yo le respondí ''I like water''. Posteriormente me hizo el gesto de estar embarazada, refiriéndose claro está a mí, a lo que contesté con un ''bierbauch'' (barriga cervecera) que Erwin me había enseñado de camino a Montbauer. Ella hizo ademán de no interesarle mi dilatado conocimiento de palabras raras para momentos extraños, pero su sonrisa era inapagable. Acabé con la botella y me despedí de ella recomendándole a otro español que pasaba por la cinta que se bebiera la botella suya que acababan de confiscarle, poniéndole como ejemplo mi caso. Él se sumó a mi carcajada y la controladora se quedó prácticamente sin palabras.

Una vez en la sala de embarque, me pasó algo que ya me había pasado en algunos trayectos de AVE, y fue el ver a una famila española, y dos chavalas concretamente, que se percataron al igual que yo de la nueva coincidencia, que había estado en la ida Madrid-Frankfurt.

Subí al avión y tomé asiento en el 21-J, pasillo. Instantes después llegó un grupito de 4 mujeres bastante guapas y bien hechas, vamos, que estaban muy buenas, y una de ellas me preguntó, con Die Zeit bajo un brazo: 'Entschuldigung, sprichst du deutsche?'' (perdona, hablas alemán?) En ese momento de hipnotización ante dos cuerpos que eran una belleza, tenía dos opciones, o decir que no o decir que sí arriesgándome a que no me entendieran y tirar para el inglés, algo que me hubiera dejado de bajona, directamente. ''Ja, ein bisschen'' (si, un poco). Ellas se rieron repitiendo lo de bisschen, supongo que lo pronuncié mal, y siguió la morena: ''so, ist keine Problem wenn weschel wir den Flugkarte, wir sind in einen Gruppe, so...'' Me dio tiempo a coger 3 palabras claves: Problem, Flugkarte (con la ayuda del billete de avión de su compañera siéndome mostrado) y Gruppe. Estaba claro, querían cambiarme la plaza porque de lo contrario viajarían separadas. Les dije que sí, que Kein Problem, que les daría mi billete, y con los nervios me salió el bonotransportes de la Comunidad de Madrid, y una de las compis se rió con ganas.

Hubiera estado bien haber caido juntos, todo podría haber pasado. De todas formas, y aunque lo pasé verdaderamente mal al levantarme un par de veces casi seguidas a evacuar los estragos de la botella de litro y medio, los diálogos con esas chicas y con Sonia me han abierto las puertas, con 20 años, a la posibilidad de conocer una nueva lengua y hablarla, quien sabe, fluidamente dentro de poco. Repetiré este verano, además, tengo una deuda pendiente en Löhe.

FELIZ DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Como el relato de mis escasos 6 días disfrutando del clima inestable y la familia Germscheid en Alemania puede cogerme mucho tiempo, empezando por el upload de las fotos y la organización previsiblemente en forma de retahíla de las vacaciones de semana santa -en las que me abstuve, una vez más, a acudir a las procesiones capillitas-, he decidido, aprovechando que ayer no quise perderme la celebración de la Pascua en el Monasterio de las Redentoristas de Carabanchel Alto, dedicar la entrada de hoy, breve, a esta nueva experiencia de mi encuentro con el Señor.

El cirio pascual en el monasterio de Sta.María Huerta, en Soria. SS 2007

Lo de capillitas y mi manía generalizada por los exaltados religiosos lo llevo diciendo mucho tiempo, y antes de que me haya cansado por fin ha salido ya un gran escritor de origen sevillano, como es Paco Robles, sacando a la luz un libro con las sombras de una práctica más que nos acerca a esa comparación confusa, odiosa e inevitable con América Central fuera de nuestras fronteras. Eso sí, lo hace sin renunciar al humor hispalense titulándolo Tontos de capirote, qué mejor título para un libro que pretende la divulgación pagana de las reflexiones intelectuales sobre un rito que presume de traer las mayores inyecciones de dinero a las arcas de las ciudades andaluzas.

Ayer, después de llegar de Alemania el viernes noche, cogí el metro para llegar un poco después de la Vigilia Pascual, cenar y celebrar esa larga misa por la resurección del señor, salida al gélido recibidor exterior y hoguera incluídas. Allí estaba JR, dándome una inesperada sorpresa con la presencia de Carlos, el granaíno del Espino de 2006, con el que viajé a Euskadi por una carretera burgalesa a pie y compartiendo un bonito diálogo, con un fondo montañoso verdoso y pajares y trigales dorados a los costados, además de esos carteles delimitadores de provincia con pintadas reivindicativas de lo vasco que una vez, dicen los abertzales, ocupó Treviño.

A simple vista parezco un enterao del tema religioso, pero descuidad, Vigilia, Pascua y cirio es de lo poco que uno acaba interiorizando después de tanto tiempo contemplando los pasos del cristianismo, que es al fin y al cabo, la religión a la que un servidor está afiliado. No, no lo soy. Igual que puedo ser el que menos idea tenga de entre todos los sevillanos, de izquierdas o derechas, cubanitos, barrigasllenas, de las decenas de procesiones que salen a la calle levantás por esos costaleros que al lunes siguiente se cagan en el Rey y en lo que gana Rajoy.

No. Ayer fue algo diferente, como en la Pascua de Jerez de 2005, que aunque la viví algo triste, fue también una experiencia. Si de aquella Pascua recuerdo lavarle los pies a Julia, en esta puedo presumir de que Juan Ramón me haya rebautizado, de forma recíproca, claro. La de ayer fue una Pascua en familia, en una de las capillas más pequeñas que he conocido nunca. Eramos apenas 25 asistentes, de los que solo 4 estábamos en la veintena, como pude apreciar. El ejército de monjas nos superaba en número y organización, todas del mismo color.

No obstante, ayer todos contábamos con un mismo arma, la Fe.

sábado, 22 de marzo de 2008

YA ESTOY DE VUELTA

Bin ich hier... dann morgen mit dem Photos Deutschland schreiB ich

viernes, 14 de marzo de 2008

MI ESPACIO RADIOFÓNICO Y LA RESACA ELECTORAL


Esta es la vista que ofrece el habitáculo donde se ubica el control técnico del Instituto Radiofónico de la Universidad de la pecera donde se presenta la tertulia en la que participo los miércoles de 20:30 a 21:00. Mi primer día en antena fue el miércoles pasado, en la que intervine junto con 4 compañeros y teniendo como director a un simpatiquísimo profesional del Periodismo llamado Antonio, que me concedió la palabra en dos ocasiones -no así a los otros compañeros, que se lanzaron a opinar espontáneamente- para que me fuera soltando poco a poco. El tema de la tertulia, como todas las que vendrán ahora, es el de las noticias raras que salen todos los días. Quizá esta característica fomentó el que yo me viera poco suelto, aunque insisto, el pilotillo rojo encendido y 3 personas sobre la mesa de mezclas agudizaron mis nervios considerablemente durante esa media hora que se pasó bastante rápido. Quizá si el tema hubiera sido la política -no hay un solo espacio económico o político en la nutrida parrilla- yo me habría sentado más cómodo. También es verdad que la frecuencia de la cadena, que alcanza no mucho más allá de los arrabales más próximos al campus, podría jugarme una mala pasada con aquello del qué dirán de los jóvenes oyentes. Esto no debería preocuparme, a decir verdad.
Probablemente esta haya sido una de las resacas electorales más interesantes de las últimas suscitadas en la Historia de nuestra democracia. Primero, porque los resultados han dado que hablar con el bipartidismo sin precedentes instaurado tras el 9-M, y segundo porque la tercera y la cuarta fuerzas políticas en número de votos (IU y UPD) han coincidido en la necesidad de cambiar la Ley electoral, esgrimiendo los comunistas el que haya una izquierda que monopolice los votos (PSOE) y por su parte UPD alegando que un vecino del PNV no puede tener un voto de más valor que uno de UPD.
A todo esto, el reciente presidente del Gobierno reelegido, Rodríguez Zapatero, dijo lo mismo que con la Ley del Aborto sobre esta necesidad urgente de reforma -una reforma que, como el Himno, no creo que pueda tener consenso-, dejando caer levemente que se ''abrirá un proceso de reflexión'', como suele llamar él al consenso previo para cualquier acción -hoy mismo se ha enviado un nuevo contingente de soldados a Afganistán sin la aprobación del Parlamento- pero asegurando por encima de todo y con esa voz firme que le sale del alma, especialmente en los mítines en los que ha de equilibrar el vociferio con la leve vocecilla de Solbes, que la Ley D´Hont ha dado hasta ahora mucha tranquilidad a los españoles.
Habrá que ver qué sale de esta débil promesa en esta nueva legislatura.

domingo, 9 de marzo de 2008

MI DOMINGO DE REFLEXIÓN

Cuando cada vez que cierto amigo mío, en nuestras muchas salidas colectivas nocturnas recurre al tema político para matar el aburrimiento, a colación con una mención o acontecer o porque me debía una charla o puya de anteriores quedadas, e incluye a la Iglesia de por medio, que es con la que suele iniciar el guión para recriminar mi voto político, yo siempre he cogido mi mejor escudo, que es el de ofrecerle comparar al PSOE como federación con el Vaticano, su diana favorita. Obviamente, él recurre a lo que suelen ocurrir muchos otros progresistas cuando se ven en un aprieto, conscientes de la gran estafa sociata: yo no voto PSOE.

Lo que principalmente le molesta de los cristianos, como a todos los izquierdistas jóvenes de corazón, es que su Santa Sede (lo de sede viene porque la Iglesia no deja de ser una institución) se sitúe en el centro de un Estado que fue creado principalmente para albergarla, y que ésta cuente con ingentes mausoleos cubiertos y guarnecedores de grandes cantidades de oro. Es el gran tópico del anticlericalismo, un argumento al que yo, como digo, he encontrado una contrapartida creíble y lógica. Suelo contestarle a mi colega –que espero esté leyendo esto para compartirlo y debatirlo en la plaza Aparicio Herrero en un futuro- que la existencia natural de la Santa Sede no es muy diferente a la sede socialista de Ferraz. Que ni es lo mismo la figura del Papa como máximo testigo de Cristo que cualquier cura enrollado de pueblo, ni el presidente de un Gobierno que se dice en defensa del proletariado y protegido bajo las siglas SOE y que luego porta corbatas a los stands de empresarios a los que propone una reducción importante del impuesto de sociedades y demás medidas para ricos tiene nada que ver con aquél alcalde socialista de pueblo que quiere lo mejor para sus vecinos respondiendo diariamente a sus cartas. Es una contrapartida que me ayuda a explicarle porqué los cristianos no necesitamos directamente de una institución religiosa para mantener nuestra fe católica, ni lo socialistas de corazón necesitan como el agua una institución que les garantice su fe en las ideas obreras.

Pues bien, el pasado viernes dos criminales de ETA acabaron con la vida de un exconcejal de la Euskadiko Ezkerra, PSE, que en ese momento sólo militaba en la UGT y trabajaba en una cabina de peaje de la AP-1. Alomejor parece que esto no tenga mucha relación con lo expuesto anteriormente, pero si analizamos lo ocurrido hace 4 años, lo sucedido en esta legislatura, lo que ha ocurrido en la recta final de esta campaña y lo que en estos momentos se cuece en todos los colegios electorales de España -bordeando el 60% de la participación a las 5 de la tarde, la misma que al finalizar la campaña del año 2000- probablemente encontremos el quid de la cuestión. ¿Qué es una vida para cualquier político? Nada si no es consanguínea. ¿Qué representa un concejal, o mejor, un exconcejal, para el secretario general de un partido, si además es presidente de un Gobierno? Nada. ¿Qué representa un humilde monaguillo leonés para Ratzinger? Muy poco.

Mi cuñado y yo discutíamos ayer sobre la repercusión política que pudiera haber tenido para la jornada de hoy –punto de arranque de la próxima legislatura– el asesinato a 48 horas de la cita con las urnas de Isaías Carrasco. Él por un lado, interpretaba el tiro en la nuca como la más conspicua prueba del algodón para que el votante dudoso pero tendente al centro-izquierda comprendiera que el proceso de paz de Zapatero se había derrumbado definitivamente. Yo, por mi lado, consideraba que lo acontecido del viernes por la tarde al sábado por la noche no había sido otra cosa que una cadena de actos emocionales, un colchón lacrimógeno para votar a un partido que no ha podido negociar con ETA en esta legislatura nefasta, según el PP, porque si lo hubiera hecho, no habría caído nadie en sus filas, como hoy por la tarde se recoge en muchos foros de la derecha. Lo cierto es que vi la condena de ayer de Zapatero mucho menos triste de lo que supuso el rechazo al tiroteo contra el atentado de los dos guardias civiles en Capbreton, y lejanamente más tranquila que el análisis-condena de la ruptura de la tregua el pasado 6 de junio, cuando Zapatero salió con las famosas ojeras y la cara totalmente hundida; tan hundida como los resultados que obtuvo la semana anterior en las municipales. Ayer se le vio entrando con la cara –circunstancial, es verdad- que prestaba normalmente cuando recibía a algún líder ni muy importante ni muy irrelevante en la Moncloa. Sea la manera que fuera de interpretar el asesinato, hay algo muy sospechoso, tan raro como indudable, y es que el viernes, tras 5 años sin matar a ningún militante socialista y a dos días de unas elecciones generales, ETA volvía a condicionar o a querer influir de alguna manera en unas elecciones generales como ya lo hizo el terrorismo islamista (?) hace 4 años, que tras 12 meses sin matar se llevaba por delante a 200 personas y casi 1500 más a 3 días, utilizados electoralmente por los dos partidos principales y usados propagandísticamente por uno de ellos por conseguir el Poder.

Esta noche podremos hacernos una idea de la utilidad de las encuestas, de la influencia que ha podido tener el atentado fortuito de este viernes y de nuestro próximo Gobierno, el cual personalmente prefiero que salga renovado, sea con un jefe socialista o popular.

viernes, 7 de marzo de 2008

OTRA VÍCTIMA MÁS. DE NUEVO EL TIRO EN LA NUCA

ABERTZALES, JETZALES Y DEMÁS BAZOFIA DIFERENCIADA
(PARA QUE QUEDE BIEN CLARITO QUIÉN ES QUIÉN, SI SE QUIERE SABER)

Hoy España se posaba en la sobremesa con otra trágica y sobrecogedora -en todos sus sentidos- demostración de la barbarie terrorista que azota nuestro país. Una barbarie que acentúa irremediablemente el odio y división entre la inculturizada sociedad que compone esta España que muchos tenemos que admirar con recelo de que algún otro desgraciado nos agüe el día, como aquél necio del que se decía irrumpía en un buen día.

Hoy no ha sido un buen día precisamente para la familia de Isaías Carrasco. De hecho, hoy ha sido el día más triste para su mujer, hijas y pequeño chaval de 4 años, éste último sin lograr comprender probablemente que la caja mágica que desde hacía meses le ayudaba a forjar la memoria de la infancia le enseñaba a primera hora de la tarde los últimos datos del asesinato de su padre, exconcejal del PSE, en Mondragón.

Si el atentado se analiza por partes puede dilucitarse fácilmente que lo ocurrido hoy puede tener tantas apreciaciones como desee la enorme enjundia de personas que habita en este país de locos, analfabetos -por mucho que a algunos electoralmente duela- y desconsiderados.

De esas lecturas puede recogerse una única e irrefutable interpretación de lo que hoy ha podido influir en la actualidad que vivimos los españoles. La interpretación consta de varios puntos:

1- Ha quedado más ''definitivamente demostrado'', parafraseando subjetivamente al presidente del Gobierno vasco, que el PNV y EB-IU son la misma mierda excrable del vasquismo más rancio.
2- Ha quedado clarito que Gaspar Llamazares ha taponado permanentemente la tumba de la izquierda que representaba Julio Anguita hace una década.
3- Ha quedado demostrado que ANV es una franquicia de ETA, que provisiona a los terroristas de cobertura informativa sobre los ediles y ciudadanos que sólo quieren vivir en libertad, gracias al control pleno, y con el apoyo de PNV y EB en muchos municipios, de los ayuntamientos vascos.
4- Ha quedado archimanifestado que la cantera progresista y desinformada del ámbito universitario continúa en una peligrosa línea de desconocimiento total del problema político que sufrimos en España.
5- José Luis Rodríguez Zapatero, del que hace apenas un año Carrasco era súbdito, ganará las elecciones de pasado mañana con el apoyo de muchos votos, especialmente juveniles, que se tragan con desdén los 4 puntos anteriores, a la sazón innegables.

Pero... ¿y los asesinos? ¿quiénes son? ¿quiénes son los culpables de este nuevo atropello contra la vida humana?

Pues se desconoce todavía, pero como todos los que han acabado en prisión hasta ahora, los asesinos hoy huídos de la calle Navas de Tolosa de Mondragón, acabarán en la cárcel con el acecho vígio, espero, de los carceleros y guardias civiles que tengan el detalle de preocuparse cada día por que no reciban más que pan, agua y las buenas noches de los días íntegros que contenga la condena que se les imponga.

A los que sí conocemos son a los cabecillas intelectuales de estos asesinatos, muchos de ellos en la cárcel hoy gracias al punto de inflexión de un proceso de paz. Entre ellos nos encontramos con Otegui o Barrena, que en menos de un año volverán a salir de su jaula, de donde no deberían haber salido en muchas de las veces que se les ha enviado a prisión.

Me duele solo el hacerme a la idea de ser una de las hijas de Isaías. Por él y todas las víctimas, Viva España y la Libertad.

jueves, 6 de marzo de 2008

ANIVERSARIO POLÍTICO

Hoy hace políticamente 4 años que el mayor atentado sufrido en la Historia de España se cebaba con las decenas de miles de madrileños y españoles que acudían a su trabajo. Digo políticamente porque todavía quedan 5 días para que el siniestro cuarto aniversario movilice a las víctimas y demás personas que quieran rememorarlo en la Puerta de Atocha y otros puntos. Digo políticamente porque quedan 3 días para las elecciones generales, los mismos que entonces.

A la izquierda menos reflexiva, aquella que tiene decidido el voto desde el momento que cumple los 18, aquella a la que no le interesa ni siquiera comprar un ejemplar del único periódico que se presta a investigar las muchas lagunas del atentado, le sigue pareciendo que todo aquél que apunte a ETA es un fiel seguidor de Losantos, Pedro J, Acebes, etc etc, el mismo cuento de siempre. No voy a repetir las muchas pistas que nos llevan a pensar que el atentado propició la victoria socialista, en contra de lo que ilógicamente piensen algunos, porque las encuestas victoriosas del PP eran las mismas que ahora para el PSOE, sino que voy a centrarme en la significancia de lo que ello supuso.

El otro día, hablando con Vicente, un amigo al estilo de Andrew Anthony, es decir, que piensa cambiar su voto el próximo domingo, me dijo con toda la razón del mundo que en España, para el cambio de gobierno tienen que pasar muchos años, que éstos sean realmente malos y que sobre todo a los ciudadanos les afecte terriblemente al bolsillo. Esto lo sabe el PSOE, por experiencia propia. Lo sabe el PP, que ahora se está centrando casi únicamente en la economía, y lo sabe de nuevo el PSOE porque sabía que sin los atentados del 11-M no hubieran salido victoriosos el 14-M y por tanto absueltos a otros 20 años crueles en la oposición.

Mi persona, por medio de este blog, va a seguir en la misma línea que ha seguido esta legislatura. Si gana Rajoy, que lo dudo, no voy a entrar en mi Facultad haciendo cortes de manga a todo el mundo y contándole a los míos que ''pensaba que la gente era tonta, pero no, no lo es''. No lo voy a hacer primero porque ya está visto que la gente es muy lista para pedir el voto con oportunismo y a base de la recopilación de pruebas falsas en tres días clave, y muy inteligente para depositar el voto por lo dicho. Y segundo porque la arrogancia de tomarse la política como un partido de fútbol no es menos grave que el tomársela a lo personal. ¿O sí, Azrael/Gargamel?

domingo, 2 de marzo de 2008

'LA SEXCTA' VUELVE A ALARDEAR DE PLURALISMO

Magnífico programa el que en estos instantes estoy consumiendo como cualquier otro ciudadano por parte de una de las dos cadenas concedidas por el PSOE a los grandes empresarios de este país. ''Da la cara'' es un programa que, como últimamente abundan en la programación de la última página de los periódicos, ha tratado un tema como es el de la actualidad política, pero además profundizando en temas de cafetería, como es el de declararse de un partido o de otro en público, haciendo especial énfasis en la relación que los artistas guardan con los grandes partidos de España. Lástima que los amigos de Zapatero no hayan encontrado todavía un buen escondite para tamaña figura del plumero que les persigue desde la concesión de la cadena.

De este programa, de algo más de una hora de duración, hay que destacar varias cosas, entre las cuales sobresalen la neutralidad de Chenoa, el sectarismo de Pilar Bardem, el chaqueterismo de Tina Sáinz, el raciocinio de Josema Yuste, el botarate progre de Wyoming y el desconocimiento pródigo de Jesús Vázquez.

No nos olvidemos de un elemento clave, que es el de la locución, fuera de cámara, de Mamen Mendizábal, con su voz ahogada, de coletilla y seductora de jóvenes que creen en la buena palabra de Mediapro, que es la primera palabra que escuchan, aunque sea fruto de un lapsus. Esta mujer, que no puede presumir precisamente de hacer de sus informativos una cadena de noticias limpias de cualquier manipulación en tono y formas, ha opinado durante su locución, mientras narraba imágenes de archivo y las sucesivas entrevistas a famosos de toda índole, llegando a preguntarse -y tomando a los artistas de EEUU como ejemplo, como siempre que les interesa ejemplificar con el país yanqui- indirectamente -''nos lleva a preguntarnos'', según dicta ella- porqué en España se descalifica a los actores cuando estos expresan libremente su voto, que supuestamente es secreto. Pues bien, convendría recordarle a Mamen que hace dos meses se aprobó un canon injusto que gravaba instrumentos de tratamiento digital, siendo sus cotidianos compradores objeto de sospecha por un Gobierno que se define 'progresista' -el mismo que no hizo nada por parar la subida oligopolística y excesiva de tarifas de móvil el año pasado- y pertenecer a una especie de individuos con un pseudo-derecho a la piratería por el simple hecho de haber pagado una factura como presuntos sospechosos.

Convendría recordarle a Mamen que a dos meses de las elecciones, el gesto de la ceja, que dice defender el lenguaje sordomudos, según ZP, patrocinado por todos los beneficiarios de dicho canon, los mismos beneficiarios que en 2004 escenificaron esos cortometrajes sin rodaje frente, dentro y alrededor del Congreso de los Diputados, en las playas de Galicia -no así en Algeciras- no es más que una franquicia del apoyo artístico y musical a una campaña socialista, impulsada reitero por estos artistas, centrada en la tensión y en la dramatización, términos que en Almendralejo (ciudad extremeña que brilla por vaticinar el triunfo nacional a raíz del municipal, desde tiempos de la República) y en cualquier pueblo de cualquier hijo de vecino son sinónimo de crispación.

Lograda la reminiscencia de la presentadora madrileña, alomejor le sería más fácil entender porque se les critica ahora y no uno, dos o tres años antes: porque uno, dos o tres años antes ningún artista pedía el voto para el PSOE. Es ahora, el 'cambio'.