La última entrada data de esta mañana, pero acabo de salir del blog de Fernando Sánchez Dragó, donde me he encontrado con algo muy parecido a mi primer párrafo. Sin embargo, el párrafo del periodista es proverbial:
''A todo esto [la huelga de transportes], la ministra Bibiana Aída (Aída, digo. No es errata, sino adaptación fonética del apellido al sexo de quien lo lleva) convertía la tragedia en esperpento y animalizaba a la mujer llamándola 'mi hembra'. ¡En menuda lía se ha metida! ¡Manda huevas! Las chicas ya no tienen ojos, sino ojas, y las orejas de los chicos son orejos. ¿Tendremos que llamar al coño coña y a la polla pollo? Bibiana, por cierto, no es un bombón, como yo creía, sino una bombona.''
2 comentarios:
Jajajajaja, muy bueno. Desde luego, lo que se le va la gente la cabeza... Estoy de acuerdo en que cuando nos referimos en general a hombres y mujeres no digamos solo de un sexo, sino de los dos, pero siempre diciendo palabras que existen, no palabras inventadas como miembra ¡ay que mal suena!
Bss
Jajjajajaja. Yo estoy de acuerdo con el uso del neutro y evitar engendros como miembras, jóvenas y todas esas cagadas.
Muy buenó Sánchez Dragó.
Saludos
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