martes, 1 de abril de 2008

ZEO Y LA IX LEGISLATURA

Esta mañana me he levantado, como las demás, y he puesto la tele, como casi todas las demás. He estado viendo durante una hora y pico la votación en el Congreso para el nuevo presidente del mismo, una votación que todavía siguen porque no hay manera de que ni Bono ni Pastor consigan mayoría absoluta. He ido a natación con la esperanza de ver una resolución definitiva cuando volviera, y como todos los días que subo la cuesta para llegar al Polodeportivo Luis Aragonés, vi aquella rulot eterna, desechada, de cristales tapados, matrícula M-TJ, aparcada en aquella plaza gigantesca de gravilla, tierra, margaritas y truños de perro que depara al Polideportivo de mi comunidad.

Salí de la piscina unos 40 minutos después (lo que tardo en hacer mis 1000 metros diarios) y vi al propietario de esa rulot sentado al borde de la acera que rodea la plaza, lo vi como tantas otras mañanas desde que resido en Madrid, con su labrador de color negro azabache al lado, comiendo y bebiendo, o haciendo como que bebía y comía, porque a esa edad un perro lo que quiere es atenerse al Carpe Diem demostrando más que nunca que es el mejor amigo del hombre.

Como el perro me miraba cruzar la acera desconfiado, con las orejas colocadas, como acostumbran los canes cuando no saben si el humano va a aceptarles o no, si va a hacerles caso o no, yo me agaché al tiempo que él bajaba las orejas para atrás, dibujando una sonrisa que no existía y moviendo el rabo de lado a lado, y le hice un chasquido con el pulgar acercándome poco a poco a él, hasta que me abordó saltándome la rodilla y empezó a morderme de forma amistosa el dedo índice con esos dientes de piraña que tienen los cachorros. Su dueño, un nómada, pareció más educado que la mayoría de los dueños de perros que hoy vemos por la calle. Le dijo rápidamente que me dejara en paz, pero yo insistí y aproveché a manosearlo todo lo que pude pensando más que nunca en los míos, y él, antes de que yo pudiera preguntar, me dijo que se llamaba Zeo -como la saga de los Power Rangers, deduzco, aunque esto lo constataré la próxima vez que los vea-. Le dije que llevaba viéndolos varios días y le pregunté si iba a tenerlo consigo para siempre. Me dijo, eludiendo mi pregunta, que había encontrado trabajo en una residencia, y que por aquí andarían.

El tío, super social, me impresionó; como también me impresionó el día que estaba sentado en la plaza erosionada charlando con una chica, semanas antes de tener a Zeo. Con un acento raro, entre valenciano y madrileño apagado, el amo de Zeo me ha enseñado otra manera de vivir la vida. En caravana y trabajando a dos pasos, inmerso en una capital mundial como es Madrid.

Ah! y al volver a casa, por supuesto la votación no había terminado, y se seguía llamando a los diputados para la votación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No mereces que ni te haga reflexionar sobre lo que has escrito, pero en fin estaremos por encima de todo eso.
Lo que cuentas que te ha impresionado, ese descubrirte otra manera de vida, la socialidad de esa persona...
Verás.. eso es solo la punta del iceberg, hay mucho mas, pero como te habrás dado cuenta hay que querer descubrirlo. Tienes que acariciar al cachorro.
Es un mundo en el que la política no existe, es la vida en esencia. Y por supuesto no hay lugar para descalificaciones. Mas bien todo lo contrario.
Hay gente que amamos ese mundo y nos aferramos a ello. Tengo ilusión, cientos de amigos, y soy una persona muy social -por mi implicación en la sociedad- He viajado por el mundo. Conozco el tercer mundo, que es una exaltación a lo bestia de la anecdota de la caravana. Y de verdad, no es por dar lecciones, pero no entiendo tanta crispación como leitmotiv. No entiendo lo que puede aportar.
Mientras que pienses que esto son pamplinas y fruto del escepticismo frente a la vida, este blog seguirá adelante. Pero si un día comprendes y sientes realmente en tu interior de lo que te hablo, echarás el cierre y abrirás un blog completamente nuevo.
Es lo que he intentado transmitirte en los comentarios en el blog de punset pero bueno tu erre que erre..
En cualquier caso, date una oportunidad.
Saludos.

Falete dijo...

¿También debo reflexionar sobre esto? jaja,

y tu eras... ¿AJ o pasticé? En algún momento dejé de distinguiros...

Anónimo dijo...

sigue así campeón, te lo mereces..